Wojtyla. La investigación, la película de José María Zavala sobre San Juan Pablo II, debía estrenarse el 15 de mayo de 2020, tres días antes del centenario del nacimiento de su protagonista. E iba a hacerse simultáneamente en España, Polonia, México, Estados Unidos y Brasil. Pero el confinamiento y la suspensión de la actividad económica decretados por los gobiernos en coincidencia con la pandemia impidieron, como le pasó a tantas otras películas, su presencia en salas de cine.
Un sueño hecho realidad
En países como Polonia pudo hacerse meses después, con salas llenas durante varias semanas, pero en España el film no había podido verse hasta ahora en el formato para el que fue pensado. Pero ese hándicap se terminó.
El viernes 22 de octubre, a las 20.00 horas, tendrá lugar un pase especial tras el cual habrá un coloquio, presentado por el crítico cinematográfico Juan Orellana, en el que participarán el propio Zavala, y Miguel Gilaberte, uno de los más reputados directores de fotografía del cine español, y que lo fue también de Wojtyla. La investigación.
José María Zavala (izquierda de la foto) y Miguel Gilaberte.
El acto, organizado por la Fundación Cultural Ángel Herrera Oria, tendrá lugar en el Cine La Vaguada de Madrid, pudiéndose comprar la entrada on line por anticipado para asegurarse una plaza.
Investigación sobre una investigación
El documental está concebido como un thriller, en palabras del propio Zavala: "Es ante todo una investigación, una trama, con una intriga y un suspense y con una aportación de material de primerísima mano", cuyo descubrimiento está en el origen de la idea de rodarlo.
Se trata de "fotografías, imágenes y documentos que van a dejar al espectador con la boca abierta", insistió el director de Wojtyla, porque retratan el sistemático seguimiento que los servicios secretos de la Polonia comunista hicieron a Karol Wojtyla. Empezaron cuando era sacerdote y se incrementaron cuando fue designado obispo auxiliar y arzobispo de Cracovia, y sobre todo durante los diez años transcurridos desde su elevación al cardenalato hasta su elección como Papa en 1978.
Muy personal
Zavala confiesa que empieza su jornada de trabajo cada día rezando una estampa con reliquia para encomendar el día a San Juan Pablo II. En particular le confió los trabajos de la película, porque fue un mazazo para todo el equipo, "pese a que no todos son religiosos o practicantes", pensar que no podría estrenarse justo mientras la estaban montando. La petición fue eficaz, porque ninguno perdió la ilusión ni el entusiasmo, y el resultado fue una obra "emocionante y esperanzadora", en palabras de Gaby Jacoba, directora del Festival Internacional de Cine Católico.
Además, entre Zavala y el Papa Wojtyla hay un vínculo personal especial, pues, como él ha recordado en más una ocasión, su padre ofreció su vida a Dios por la del pontífice el día del atentado de Ali Agca, el 13 de mayo de 1981. En agosto de ese mismo falleció.
De todo esto y de otras circunstancias y valores de la película conversarán él mismo, Gilaberte y Orellana. Pincha aquí para reservar ahora tu entrada.
Un fragmento de Wojtyla. La investigación: