A 82 kilómetros al sur de Nantes, en el centro-noroeste de Francia, allí en la región de la Vendée donde el pueblo católico se alzó en armas contra los atropellos de la Revolución Francesa, se encuentre Puy de Fou, un parque temático que hace un repaso a momentos clave de la civilización occidental sin avergonzarse de que es, también, una civilización cristiana.
Creado en 1977 por el político católico y conservador francés y ex candidato a la Presidencia de la República Phillipe de Villiers, que fue presidente del consejo general de la Vendée entre 1988 y 2010, recibe un millón y medio de visitantes al año. Y en su programación nunca ha ocultado las raíces cristianas de Francia, y en particular el catolicismo militante de los vendeanos, que sufrieron el primer genocidio de la historia moderna a manos del Terror revolucionario. De hecho, en 1993 se llevó a cabo una representación especial, exaltando esa resistencia, para honrar la visita de otro gran pensador cristiano perseguido esta vez por el comunismo soviético, Alexander Soljenitsin.
El enclave para este parque temático es el castillo medieval de Puy de Fou, cuyas ruinas comenzaron a recuperarse, limpiarse y acondicionarse hace ahora treinta y cinco años. De día, en ese entorno los visitantes pueden pasear por entornos reconstruidos hasta el más mínimo detalle de una ciudad medieval, de un pueblo en la Francia de Luis XIV o de una pequeña ciudad de los alegres principios del siglo XX. Hay espectáculos de vistosa grandiosidad que evocan la Galia romana ("sí, me he hecho cristiano, y llega el alba de un mundo nuevo", dice uno de los actores), la época vikinga, las justas medievales o las aventuras de los tres mosqueteros.
Y, por la noche, dos espectáculos estrella, uno de música, agua y luz y sobre todo La Cinéscénie: sobre el mayor escenario teatral del mundo, totalmente natural (23 hectáreas), tiene lugar un repaso a 700 años de la historia de Francia, con especial hincapié en la guerra de la Vendée. Participan mil doscientos actores y decenas de animales (caballos, ganado), hay fuego, pólvora, espadas... y todo ante unas gradas donde caben 14.000 personas, recreándose batallas y momentos clave de la historia de la región.
Una alternativa de ocio y cultura para este verano, donde los más pequeños aprenden la historia tal y como fue, con el papel decisivo jugado en ella por el cristianismo.
Pinche aqui para acceder a la página web oficial de Puy de Fou.