Todo comenzó en 2003, cuando Mel Gibson resolvió a su propia cuenta y riesgo encarar el proyecto más arriesgado de su carrera. Al comprobar que ningún estudio grande habría de respaldarlo, sacó 30 millones de dólares del bolsillo de su propia empresa productora y rodó una versión a su imagen y semejanza la famosísima La Pasión, todo un éxito mundila de taquilla.
La respuesta del público a La pasión de Cristo , estrenada a comienzos de 2004, fue sorprendente. El film fue recibido con curiosidad, interés y -sobre todo- con elogios inocultables desde una mirada más religiosa que cinematográfica. La temeraria apuesta de Gibson resultó extraordinariamente rentable: 611 millones de dólares recaudados por el film en todo el mundo, suficientes para convencer a Hollywood de que se abría un nuevo filón con resultados garantizados: los temas bíblicos, religiosos y evangélicos, populares en los años 50, tenían todo para reverdecer.
No fue así. Ese público adicional desinteresado por el cine convencional que el film de Gibson había logrado congregar volvió a retraerse y el cine específicamente dedicado a las comunidades cristianas (activo y permanente más allá de las modas) regresó a sus fronteras.
Hasta ahora. Una sucesión de proyectos -bien diferenciados entre sí por perfiles, enfoques y miradas, pero de nuevo unidos por un común denominador- indica que en estos días asistimos a una suerte de resurrección del cine de temática bíblica y evangélica, de la mano de realizadores tan diferentes como Steven Spielberg, Ridley Scott y Darren Aronofsky.
Ya está confirmada la ambiciosa Noah , recreación del relato bíblico de Noé y su arca, que llevará al cine Darren Aronofsky ( El cisne negro ), con protagonista (Russell Crowe) y fecha de estreno (el 28 de marzo de 2014) completamente aseguradas.
Al mismo tiempo, Hollywood también apuesta a recuperar el aliento clásico de Los diez mandamientos con un nuevo film sobre la marcha del Pueblo Elegido hacia la Tierra Prometida liderada por Moisés. En enero cobró fuerza un acuerdo entre Warner Bros. y Steven Spielberg para llevar adelante el proyecto, pero con el reciente estreno de Prometeo renació el interés de Ridley Scott por Moisés y "los extraordinarios detalles de su vida", según propia confesión el director, en un film que tentativamente se llamaría Gods and Kings ( Dioses y reyes ).
El círculo, por ahora, se cierra con el propio Gibson, que desde hace años sueña con una película sobre otro tema bíblico, la epopeya de la revuelta de los Macabeos. En abril último, Warner resolvió archivar por el momento el proyecto, que desde allí no hizo más que abrir discusiones encendidas entre el director y el guionista Joe Eszterhas, casualmente autor de los films más exitosos de Paul Verhoeven.