Sólo un despistado podría preguntarle "¿Qué hace una chica como tú en un sitio cómo este?" a una religiosa de 73 años de edad que vestida con su hábito de la Abadía benedictina de Regina Laudis, en los Estados Unidos, que caminará sobre la alfombra roja el 27 de febrero próximo durante la ceremonia de la entrega de los Oscar 2011.
También solo un despistado podría pensar que se trata de alguna estrella que no ha encontrado mejor estrategia de auto-marketing (a lo Lady Gaga o la rapera Nicki Minaj) para atraer los "flashes" de los fotógrafos que vestirse de monja y que, por supuesto, le podría preguntar quién ha sido el diseñador de su vestido para la gala.
Despistado, porque cualquier periodista que se precie como tal conoce la sorprendente historia de Dolores Hart, que después de compartir escena con actores de la talla de Anthony Queen, Gary Cooper, Anna Magnani y el mismo Elvis Presley, cambió el deslumbrante mundo de Hollywood por el de la humildad y el silencio de un convento de clausura en Connecticut.
Pero el nominado documental no solo explora el periodo hollywoodense de Hart sino también su vida en el convento y el día a día de sus hermanas religiosas en la abadía, que incluye su trabajo en la granja. Como Madre Dolores, muchas de las monjas han tenido ocupaciones profesionales antes de entrar a la clausura, incluyendo las de leyes y ciencia.
"Dios es más grande que Elvis" también presenta la última reunión entre la priora benedictina y su ex prometido, Don Robinson. Él nunca se casó y continuó visitando y ayudando a las religiosas del convento hasta su muerte, ocurrida en 2011.
Hart dijo que ella permitió el ingreso de cámaras a la abadía para ayudar a aquellas almas que están en búsqueda. "Queríamos invitar al mundo a otro orden de vida que podría dar algo de esperanza", dijo al diario estadounidense.
La directora del documental, Rebecca Cammisa, confía que la Madre Dolores se llevará el Oscar. "Este es su regreso a Hollywood después de 50 años," dijo Cammisa. "Esta es su vuelta a casa", agregó la cineasta.
"Me gustaría ver a la academia en su mejor momento," ha dicho Dolores Hart a Los Angeles Times vía telefónica desde la abadía. "Respeto mucho a la comunidad. Ellos me han dado una manera de ser parte de Hollywood en la clausura monástica. Será una maravillosa oportunidad que nuncá podré disfrutar otra vez en mi vida", añadió Hart".
La hoy religiosa fue una de las presentadoras en los Premios Oscar de 1959 y sigue siendo miembro votante de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas, que entrega el galardón cada año.