J. Edgar, de Clint Eastwood, con Leonardo DiCaprio interpretando al legendario director del FBI John Edgar Hoover, y Los idus de marzo, de George Clooney, sobre el proceloso mundo de las elecciones en Estados Unidos, son las dos apuestas de sendos actores-directores a las que dedica L´Osservatore Romano una página en su edición de este sábado.

Las crónicas de Gaetano Vallini y Emilio Ranzato no ahorran elogios a ninguna de las tres superestrellas implicadas.

DiCaprio hace "una interpretación mayúscula, incluso, y quizá sobre todo", en las exigencias del envejecimiento del personaje al que tiene que encarnar, que estuvo en el cargo entre 1935 y 1972.

Eastwood "se confirma como un director de raza, realizando un film de factura clásica, en su estilo, oscuro en los tonos, directo en las intenciones, sin escapatorias consoladoras o absolutorias".

Por su parte, en la película que dirige Clooney, donde interpreta a un candidato envuelto en las mil suciedades de unas primarias, éste logra una película "que comienza a imponer seriamente a esta estrella tan celebrada como infravalorada como un nuevo autor del cine americano medio-alto, al lado de Nolan, Fincher, Payne y poquísimos más" o de clásicos como Preminger o Lumet.