El diario Público, nacido al amparo del Gobierno socialista de Zapatero, ha solicitado el concurso de acreedores, la antigua suspensión de pagos.
Público era uno de los proyectos que lanzó Jaume Roures, el empresario de medios de comunicación más cercano a Zapatero, a través de su grupo Mediapro, alentado y apoyado por el gobierno socialista gracias a cuantiosos créditos concedidos a través de Instituto Catalán de Finanzas y el Instituto de Crédito Oficial, así como otras subvenciones y publicidad institucional que han ayudado a Mediapro a mantenerse a flote.
Junto con La Sexta, el diario Público era el ariete privilegiado en la defensa del proyecto social y político de Zapatero.
Tanto La Sexta como Público nacieron al amparo del favor político de Zapatero, y tras dejar el político leonés la presidencia de Gobierno, ambos medios se han descalabrado con una rapidez inusitada. La Sexta anunció hace veinte días una fusión con Antena 3 Televisión, del Grupo Planeta, cuyo alma mater es José Manuel Lara. La situación de quiebra técnica de La Sexta hizo que la fusión se realizará aceleradamente, malvendiendo el canal en el que actúan los comediantes Buenafuente, Jordi Evolé, Eva Hache o el Gran Wyoming.
Ha sido dejar el poder Zapatero, y "su grupo mediático" por excelencia, se está derrumbando a pasos agigantados.
Mediapubli, la empresa editora de Público, se ha declarado en suspensión de pagos, y lo achaca a la "la intensificación de la crisis publicitaria, la profunda transformación que está sufriendo el sector de la prensa”, pero a nadie se le escapa la enorme dependencia que tenía este grupo de comunicación con el poder político.
El diario Público, al igual que La Sexta, su terminal televisiva, han destacado por mantener una línea editorial corrosivamente anticlerical y laicista, dejando muy atrás a El País en la permanente crítica a la Iglesia.