Karyme Lozano, actriz mexicana muy conocida en Hispanoamérica por sus telenovelas y últimamente por la película "Cristiada", que se estrenará pronto en España y EEUU, siempre creyó en Dios, pero de una forma confusa e inmadura.
Su vida sentimental era igual de confusa y, como ella misma admite, "si me hablaban de castidad, me reía". Pero precisamente el pudor fue lo que le llevó a reflexionar y a tener una experiencia del Espíritu Santo, tomando un café con un amigo, que de repente cambió su vida radicalmente.
- Pese a vivir en un mundo superficial, yo tenía cierta inquietud espiritual, buscaba a Dios en religiones raras, en la meditación... Pero lo que me cambió de verdad empezó así: una revista me pedía posar completamente desnuda, algo que nunca había hecho aún. Yo, con la mente, pensaba, "sí, ¿por qué no?" Pero mi corazón me decía: "no, no lo hagas". Yo no tenía nada clara mi fe pero tenía un altarcito con una imagen de Jesús, yo ya le pedía cosas a Dios, y le pregunté: "¿qué hago?" Fui demorando la sesión del desnudo durante tres semanas, sin decidirme...
- Sí, me llamaban, y mucha gente me decía: "otras actrices se desnudan, está bien, es artístico..". Pero mi corazón, en el fondo, quería escuchar otra cosa. Y rezaba: "Jesús, hazme ver la verdad de mi vida". Entonces pensé en hablar con Eduardo Verástegui, actor mexicano como yo. La gente me decía que Eduardo ahora vivía en la fe, que hablaba de Dios incluso en entrevistas generalistas. Pensé: "Eduardo es el único en nuestro ambiente que me dirá que no haga el desnudo". ¡Pero él no estaba en el país, estaba de viaje en Europa!
- Pues que quedé con un amigo de Eduardo que también era un converso reciente. Fueron cuatro horas apasionantes, con un café, hablando con él de Dios, de los valores, los sacramentos... ¡y la abstinencia! Él era novato en la fe pero el Espíritu Santo le iluminaba, le daba las palabras exactas. Él mismo luego me dijo "no sé ni cómo me salían esas palabras". Mira, si a mí me hablaban antes de abstinencia, yo me reía. Pero allí, en esa charla de café, de golpe lo entendí todo. Entendí de golpe la belleza de la abstinencia, de la castidad. ¡Fue el Espíritu Santo! Era un "antes no y ahora sí". Y me puse a llorar. Lloré porque entendía cómo había ofendido a Dios en mi vida.
- - Eso fue lo que me pasó. Y nadie me lo había explicado. Allí tuve claro, de golpe, el tema del pecado. Y más cosas. Y le dije a Dios: "te doy gracias porque me has hablado con claridad; ahora dime cómo vivirlo en la familia, en la sociedad; ya no voy a echarme atrás, te lo entrego todo, mi vida mi carrera, y sólo pido que me guíes". Y así estoy: soy una bebé en la fe, llevo menos de tres años de conversa.
- Yo he vivido en la fama y el éxito. He probado drogas, no muchas, pero gracias a Dios que no me enganché a ellas, porque otros quedaron atrapados con menos. Vi el ambiente de las parejas, el todos con todos... pero era todo un vacío de tristeza, de crudeza moral. ¡Nada de eso da verdadera felicidad!
- Tengo novio, también es católico practicante y vivimos la castidad y esperaremos hasta que nos casemos. Es un hermoso camino. Yo dije sí a Dios y él me dio un hombre bueno. Si te mantienes firme, atraes a gente que piensa como tú y te respeta. Es una relación hermosísima, porque estás por la persona, no por su cuerpo. En la castidad ves el verdadero amor, no la mera pasión. Lo estoy viviendo por primera vez en mi vida. Por eso, a los jóvenes les digo que no se rindan, que lo intenten y no se arrepientan de vivir así.
- Igual que hacemos ejercicio para mantener el cuerpo, hay que fortalecer también el alma. Tengo un director espiritual, un sacerdote. Hay que fortalecerse para que no te tumbe el Enemigo (el "Patotas" le llamo yo). Intento ir a misa diaria y rezar el rosario cada día, pero no siempre lo consigo. Creo que es importante la confesión. Pido mucho la intercesión de la Virgen, sobre todo en mi relación de pareja, ¡es superimportante que nos cubra con su manto!
- Me gusta Santa Rita de Casia. Por cierto, que hay una película bonita sobre Santa Rita, que es fácil de encontrar. También tengo un pariente santo en la familia, Rafael Guízar y Valencia, un santo mexicano, es un mártir de la época de los cristeros. Yo le pedía mucho a San José por un buen marido. Y le rezo a San Miguel Arcangel en momentos de angustia o preocupación. También acudo a una Virgen de Guadalupe bendecida que me regaló mi mamá. En fin, mucha oración. Le platico mucho a Dios. Cuando flaqueo, Dios me recuerda que Él es lo importante. La comunión me da mucha fortaleza, luz de Dios, ¡es como unas pilas espirituales, da energía!
- Tiene un mensaje universal, no es una película religiosa. El tema central es la amistad, la unión que hace la fuerza, el luchar por la libertad en la época de los cristeros. El presidente impedía la libertad de religión, cerraron las iglesias... Pero el enfoque de la película no es lo católico, sino que el ser humano ha de luchar por su libertad y sus creencias. Gracias a esos héroes hoy tenemos libertad para la fe, para nuestras creencias y valores.
- Hay mucho cine amarillista, porque dicen que vende la violencia extrema, con drogas, sexo... Muchos directores van por esa rama. Pero el público está dispuesto a pagar por una película que le haga salir contento, con mensaje. El cambio empieza por el consumidor... Por ejemplo, "The Blind Side", protagonizada por Sandra Bullock, fue un gran éxito, era una película comercial pero con mensaje.... Y vendrán más, gracias al público. Por lo tanto, consumamos buen cine, que sea positivo para la sociedad. "Cristiada" es una película comercial, puede ser un gran éxito, entretiene a toda la familia y su mensaje es universal.