Cuando un Estado se hace miembro de la UNESCO, debe firmar la Convención del Patrimonio Mundial, que rige los lugares de Patrimonio de la Humanidad.
Como Palestina ya tiene derecho a adherirse a todas las convenciones, podrá presentar candidaturas para la Lista del Patrimonio Mundial.
Hasta ahora no podía proteger lugares y santuarios en Cisjordania y Franja de Gaza por falta de reconocimiento y de fondos. Por eso, su entrada en la UNESCO premitirá darlos a conocer al mundo y favorecer el desarrollo económico de estos territorios mediante el turismo.