Según las últimas estadísticas, hay 1.181 millones de católicos en todo el mundo, pero en realidad son muchos millones más. La Iglesia católica que se ve, se llama también Iglesia militante, pero según el Catecismo hay otras dos, la Iglesia triunfante, es decir, los que están ya en el Cielo, y la Iglesia purgante, que son las almas del Purgatorio.

Según Marcello Stanzione, autor de 365 giorni con le anime del Purgatorio [365 días con las almas del purgatorio], “las almas del Purgatorio necesitan nuestras oraciones. Cuando estas almas vayan al Cielo, se acordarán del favor que les hicimos”.

Según la doctrina católica, el Purgatorio, al igual que el Cielo o el Infierno no es un lugar físico, sino un estado del alma, por el que es necesario pasar antes de entrar en el Cielo para purificar el alma de las consecuencias de los pecados ya perdonados

“Las almas del Purgatorio son los cristianos que han muerto en la gracia de Dios pero que durante la vida no han expiado sus pecados y por eso no pueden entrar en el Paraíso, porque allí va solamente quien ha sido totalmente purificado”, explica Stanzione.

Su libro recoge oraciones, pensamientos y textos de santos, papas y teólogos sobre el Purgatorio para todos los días del año: "He recogido reflexiones de santos, como Santa Catalina de Génova o Santa Faustina Kowalska, reflexiones de papas, encíclicas y sobre todo, extractos del Catecismo. Además de las reflexiones también hay oraciones de la tradición católica en sufragio de las almas santas del purgatorio”.