Cuenta el especialista Patricio Lons que en la actual Bolivia, una tribu indígena acostumbraba a practicar el incesto entre padres e hijas el día de la boda de estas. Tras la evangelización, esta práctica desapareció durante siglos hasta que hoy, con el auge del indigenismo, vuelve a darse como algo "respetable". Frente a esta y otras amenazas como la cultura woke, Lons ha indagado en el canal México antes de México por qué solo la fe puede frenar "el proceso disgregador" de Hispanoamérica y como esta ha sido y es la "argamasa" que puede unir a sus habitantes.
Para el periodista e investigador argentino y fundador de Comunidad Hispanista, que "el hombre de hoy vive en un estado de desamparo espiritual" es una evidencia protagonizada por no pocas semejanzas con las culturas precolombinas.
Una de ellas, explica, es el invierno demográfico, que amenazaba al continente antes de la llegada de España a causa de los sacrificios humanos y que hoy se cierne sobre Occidente, entre otros motivos, por otro sacrificio humano, el aborto.
"Hernán Cortés encontró una pirámide de población invertida y [en muchos lugares] no había adultos porque habían muerto defendiendo a sus mujeres", explica. Del mismo modo que los aztecas a su llegada, "hoy Europa va camino de su extinción", debido en parte a la falta de medidas para fomentar el matrimonio y la natalidad: "Los aztecas eran como el actual Occidente".
En este sentido define el matrimonio como algo "objetivamente bueno" que, como entonces, hoy también es necesario: "Cuando uno se casa en la Iglesia se compromete ante Dios y 2000 años de historia para trasladar a sus hijos 2 milenios de civilización, para que él sea mejor que yo así como yo trato de ser mejor que mi padre", lo que encierra la idea de "un progreso civilizatorio" del que carecían los aztecas.
Por ello afirma convencido que "o Europa vuelve a ser cristiana o se muere" y ha expuesto algunos argumentos por los que considera que solo la religión fue y es "la argamasa que hermanaba" en Hispanoamérica.
"Una mujer vestida de azul", primera evangelizadora
Cuenta Lons que algunos indígenas de la tribu Jumano, en los actuales Estados Unidos, admitieron a la llegada de los evangelizadores que ya conocían el mensaje cristiano debido a las bilocaciones de Sor María Jesús de Agreda. Pese a que afirmó no haber viajado nunca a América, se llegó a bilocó en más de 500 ocasiones ante estos indígenas y no cesó hasta que todos hubieron recibido los sacramentos. "Ya conocemos el cristianismo, se nos apareció una mujer vestida de azul", dijeron a la llegada de los evangelizadores.
España enseñó a América a escribir su prehistoria
Además de conocerlo por los influjos evangelizadores de Sor María Jesús de Agreda, los pueblos indígenas fueron testigos de los titánicos esfuerzos de sus evangelizadores por comprender las miles de lenguas en el continente y facilitar así la recepción del mensaje. Tanto que la gramática y diccionarios en náhuatl llegaron incluso "antes que la primera gramática alemana".
"España incorporó a los pueblos de América la posibilidad de conocer su propia historia, enseñaron a los indios a hablar latín, español y a partir de ahí recuperaron el conocimiento de la historia precolombina. Los indios ancianos que conocían la tradición oral la relataban en náhuatl a los indígenas que conocían estos idiomas y España desarrolló diccionarios y gramáticas de náhuatl y lo traducían. Si México conoce algo de su historia es porque España hizo ese trabajo", añade Lons.
"Una argamasa que hermana"
Preguntándose qué podría unir a un argentino como él con un mexicano como su entrevistador, Eric G. Cárdenas, Lons considera que la fe es y fue "la argamasa que nos hermana, porque nos mueve el mismo sentido de la vida: honrar a Dios y salvar tu alma. Es en ese momento cuando te sientes obligado a hacer el bien, a ser buena persona. La universalidad española fue la que se vivió en los hogares de toda América, y fue una riqueza identitaria que sumó a todos los nativos a la gran empresa de la salvación del alma".
Salvar las lenguas para salvar las almas
Frente al "derecho divino de los reyes" protestante, Lons alude al "origen divino del poder" católico como nota característica del régimen implantado en América tras su descubrimiento. "Cuando un rey sabe que su poder se origina en la voluntad de Dios y que no es un derecho o licencia, no puede cometer abusos", explica el periodista.
De hecho, es precisamente por eso que al católico "le importa la persona y por tanto hay que salvarla: por eso España salva las lenguas [indígenas], porque si lo hacía podría entender a esta gente y ayudar a civilizarla". En la "Monarquía Católica" regía "la idea de que había que continuar la obra evangelizadora que había nacido en Belén y España tenía que llevar esa evangelización y cumplir el mandato de Cristo".
La fe, aceptada por aclamación popular
Menciona Lons que los pueblos, al conocer el cristianismo, abandonan por lo general el paganismo. En América, lejos de ser recibido como una imposición, explica que las conversiones se sucedieron "obviamente, en masa": sus habitantes "encontraban la palabra de un Dios bueno, que no hace sacrificios humanos, que no exige que entregue a mi hija a un sacrificio, que no me quiere comer y que, encima, tiene madre. Había una necesidad [de la fe católica]".
"Un misterio que Dios ha permitido"
Preguntado por sus expectativas a futuro de la Hispanidad, Lons describió un panorama marcado por "enfrentamientos entre naciones, en el que las repúblicas se han convertido en tiranías y las democracias -frente a los "contrapesos" que tenían monarcas como los Habsburgo o los Trastámara- se han vuelto absolutistas".
Sin embargo, se muestra esperanzado ante "un misterio difícil de entender y que Dios ha permitido", en referencia al florecer de hispanistas en Europa y América. "Por algún motivo Dios lo permite. En estos tiempos amargos, que han generado una sociedad apesadumbrada y en que a los jóvenes les da miedo casarse y tener hijos, la Hispanidad empieza a dar nuevas luces y en ellas encontramos una solución. Hay mucha gente joven que ve con claridad cuál es la entidad e identidad de los pueblos de América y de España, la identidad cristiana y grecorromana que nos fundó. Soy optimista", concluye.