La Historia de la Salvación contenida en una talla de 16 metros de largo por 3 de alto. Dividida en dos bloques, en atención a la pertenencia de sus personajes al Antiguo o Nuevo Testamento, el relieve que decora el altar de la parroquia de la Sagrada Familia, en el barrio pamplonés de Mendebaldea, es un despliegue concatenado de escenas extraídas de la Biblia, que destaca por su amplias dimensiones.

Como relieve y retablo moderno, su autor, Mikel Okiñena Etxeberria, nacido hace 37 años en Etxaleku y con su estudio en Irurtzun, desconoce un precedente similar en Navarra. Existe, según dice, conjuntos amplios que cubren la pared del altar, pero son de carácter clásico y en buena parte de ellos resultado de la colaboración de diferentes gremios. "Los carpinteros se ocupaban de hacer los huecos y las esculturas eran encargadas a otro artista", como significa.

Junto con la amplitud, su propuesta artística, que puede contemplarse ya en su ubicación definitiva aunque reste algún tratamiento policromado, despunta por la singularidad en la muestra de grupos familiares extraídos de la Biblia o del santoral. Así, por ejemplo, en la parte que corresponde al Antiguo Testamento aparece desde Adán junto a Eva hasta Abraham y su mujer, Sara: o Ruth y Noemí. Si la mirada se dirige hacia el lado opuesto, donde se agolpan las escenas del Nuevo Testamento, se aprecia a San Agustín y a su madre, Santa Mónica. "Siempre hay algún santo con un hermano o padre o madre. Es una forma única", explica Okiñena.

Cada personaje figura con un rasgo distintivo que le hace reconocible a la vista de la feligresía. Los bueyes identifican, por ejemplo, a San Isidro Labrador; o Zacarías sostiene una tabilla en la que, según la Biblia, escribió el nombre de Juan a la pregunta sobre la identidad que deseaba para su hijo porque no podía hablar por ser incrédulo a la promesa de Dios.

El repaso a los personajes, con 180 centímetros de altura para acentuar su realismo, es, a juzgar del escultor de Irurtzun, "una catequesis". Con la implicación activa del sacerdote Juan Carlos Elizalde, este licenciado en Bellas Artes, ganador de certámenes de obras al aire libre, no inició su encargo de la parroquia y el Arzobispado sin antes leer la Biblia de principio a fin por el criterio, común en todas sus creaciones, de conocer detalles de su reto antes de aplicar sus manos. La disposición del conjunto, con los personajes dirigiendo su mirada y gestos hacia el centro del altar, ayuda a converger la mirada en la estatua de la Sagrada Familia, con San José y la virgen en cinta.

En total, el serial que sirve de fondo basado en la Historia de la Salvación contiene 28 personajes, además de 7 animales. Su creador, autor de esculturas apreciables en puntos transitados como la erigida en un lateral de la autovía a Jaca, concede mayor valor e importancia a este retrato religioso en relieve "por la actitud de sus observadores": "Ver a personas que se arrodillan o hablan al retablo es algo importante. La actitud de esas personas va a ser de respeto. Es para mí una gran responsabilidad haber podido hacer esta obra". En la elección del material de base -madera de pino- primó igualmente su intención de sencillez frente a otro tipo, como el roble, asociado de normal a un mayor poderío económico.

Probablemente, en el tiempo de Navidad se llevará a cabo la inauguración en un detalle coincidente con una época del calendario religioso que remite a alumbramiento y Buena Noticia.