Científicos utilizan energía nuclear para salvar tesoros religiosos de enemigos diminutos pero letales como insectos, bacterias y hongos. Museos e iglesias del Este de Europa ya están usando este método para acabar con los insectos sin usar aerosoles dañinos para las obras de arte.

Este sacerdote ya ha recurrido a técnicas nucleares para salvar sus iconos de enemigos espeluznantes como las termitas que agujerean las piezas.

El Padre Ioan, párroco de Izvaorele, en Rumania, considera que “como los iconos son gruesos, no bastaba con inyectar insecticida, porque no llegaba hasta la superficie. Por eso que tuve que buscar una solución mejor”.

Esta técnica supone almacenar material radiactivo en una piscina de agua de seis metros de profundidad en un laboratorio de Bucarest. Cuando se activa, la fuente radiactiva emite rayos gamma de gran alcance que eliminan insectos, bacterias y hongos.