La segunda asamblea de la Alianza de Centro, partido católico italiano fundado en 2008 y liderado por el periodista y político democristiano Francesco Pionati, ha dado la gran campanada este fin de semana en Roma al presentar a la actriz Debora Caprioglio como su nueva responsable nacional de Cultura y Espectáculos.
Y así, un congreso que arrancará con una oración de monseñor Roberto Regoli, profesor de la Pontificia Universidad Gregoriana, consagrará bajo los focos, pero esta vez como responsable político, a una de las musas del pornógrafo italiano Tinto Brass, quien la dio a conocer en la película Los burdeles de Paprika (1991).
Caprioglio, de 42 años, dejó el cine en 1996 para dedicarse al teatro y a la televisión, alcanzando en Italia una gran celebridad, que le llevó a alcanzar en 2007 la final de La isla de los famosos. Aunque admite que en las últimas elecciones votó por Silvio Berlusconi, finalmente se ha incorporado al proyecto de Pionati, amigo de su marido, el actor y director de cine Angelo Maresca.
«Soy católica, y he atravesado toda mi experiencia vital respetando mi credo», afirma Debora. La nueva dirigente del partido democristiano comparte la línea de Pionati y los suyos sobre las cuestiones de familia: «Creemos en la familia natural, fundada sobre el matrimonio, como célula de amor y solidaridad, en su función ética, social y pedagógica». Sin embargo, Caprioglio también se ha mostrado partidaria de la igualdad de derechos de las parejas de hecho, incluso las homosexuales, con el matrimonio, aunque no bajo ese nombre.
Sin embargo, Tinto Brass ha hablado despectivamente de este salto a la política de quien actuó a sus órdenes. En su opinión, se trata sólo de un «reciclaje cultural»: «Muchas de las actrices que han hecho películas conmigo se han hecho luego monjas o han seguido caminos parecidos a Debora». «Al parecer, provoco una inclinación hacia la religiosidad», concluyó un director caracterizado por el tono libertino de su obra.