La fiesta del Niño Jesús de Praga se celebra el primer domingo del mes de junio, siendo esta una devoción universal con un origen llamativo. La pequeña talla de 47 centímetros y se encuentra custodiada por los carmelitas en la iglesia de Nuestra Señora de la Victoria y San Antonio de Padua, en Praga. Actualmente se venera en todo el mundo, pues además tiene fama de “milagroso”. Miles de gracias concedidas, curaciones inexplicables y otros milagros, incluidos la salvación de la propia ciudad de Praga, se cuentan entre las realizadas por el Niño Jesús de Praga, cuya imagen fue tallada en España y llevada a Bohemia gracias a una española que se casó con un noble checo.
¿Cuál es el origen del Niño Jesús de Praga?
La tradición cuenta que en el siglo XI o XII a un monje del sur de España se le apareció el Niño Jesús y le habló, quedando este religioso tan admirado que ordenó que se realizara una imagen lo más exacta posible de lo que había presenciado. Por otro lado, se dice que fue Santa Teresa de Ávila quien está detrás de esta imagen, lo que explicaría que fueran los carmelitas quienes difundieran esta devoción. Pero no se sabe en realidad el origen.
Lo que sí está documentado es que fue María Manrique de Lara quien llevaría la imagen tallada en España a Praga, donde actualmente se encuentra. Según cuenta la Real Academia de la Historia, esta dama de la nobleza española se casó en 1555 con el noble checo (y futuro canciller del reino de Bohemia) Vratislao de Pernestán. “Ella era una mujer devota, y había sido educada por las carmelitas descalzas, al igual que su madre Isabel. A la lejana y turbulenta Bohemia se llevó consigo en 1556, además de una firme fe, una singular reliquia familiar: la estatuilla del milagroso Niño Jesús de Praga, que había recibido de su madre Isabel como regalo de bodas, y que, siguiendo la tradición familiar, regalará a su hija Polyxena al casarse ésta con Zdenek Vojtech Popel de Lobkovic, canciller checo y representante de la joven generación de la nobleza católica checa”, cuenta la Academia.
Fue Polyxena la que regalaría esta obra de arte a los carmelitas tras la muerte de su esposo. La estatua fue recibida con gratitud y colocada en el oratorio interior del convento, donde fue objeto de veneración por parte de los carmelitas, especialmente del padre Cirilo de la Madre de Dios. Rápidamente notaron la protección del Niño sobre el convento. Pero en 1631 los sajones tomaron Praga y saquearon el convento, dañando la imagen. Al retirarse el enemigo los carmelitas regresaron, pero sin acordarse de la talla. Fue al regreso del padre Cirilo a Praga, ciudad que se encontraba en una situación crítica, cuando el religioso encontró al Niño. Rezando, el Pequeño le habló y le dijo: “ten piedad de mí y yo tendré piedad de ti. Dame mis brazos y yo te daré mi paz. ¡Te bendeciré tanto como tú me veneres a mí!”. Así lo hizo, a la vez que instó al resto de religiosos a rezar. Fue con el asedio de los suecos en 1639 cuando al resistir inesperadamente la ciudad ante el enemigo entre el pueblo se dijo que había sido gracias a la ayuda del Niño. Pronto comenzaron a producirse milagros, curaciones inexplicables y hechos extraordinarios que extenderían la devoción primero por la zona, y más adelante por todo el imperio austrohúngaro, para llegar más tarde a España, de donde provenía la imagen, y gracias a este país a toda Iberoamérica, Norteamérica y Asia.
¿Cómo se extendió la devoción al Niño Jesús de Praga?
Desde poco después de la llegada de la imagen al convento carmelita en Praga comenzó la devoción entre los propios frailes, más cuando los hechos extraordinarios comenzaron a producirse entre sus muros y entre los vecinos. Después saltó a toda la ciudad y la región, gracias a la protección de la ciudad frente al asedio sueco.
En un primer momento, la devoción al Niño Jesús de Praga fue extendida por el mundo a través de la propia orden carmelita. En casi cada monasterio de esta orden había una copia del Niño Jesús. Más adelante, a partir de la segunda mitad del siglo XVIII la veneración se extendió por todos los países de los que antes era el Imperio Austrohúngaro. Pero una segunda gran ola de devoción se produjo en los siglos siguientes, especialmente en España, de dónde originariamente procedía la imagen que se conserva en Praga. Numerosos pueblos y ciudades sacan todavía hoy en procesión al Niño.
Tanto los españoles como los portugueses llegaron a América con imágenes y estatuas del Niño Jesús. Y gracias a los misioneros e inmigrantes europeos, el Niño Jesús de Praga es conocido además de en Iberoamérica, en India, China, Filipinas y Norteamérica.
¿Cómo es la imagen del Niño Jesús de Praga?
La imagen representa a un niño de una edad aproximada de 4 o 5 años. La talla mide 47 centímetros de altura, es de madera y recubierta de cera. Bajo la cera trasluce el lienzo. El rostro y el pelo rizado, que originariamente era oscuro, no es el más común de Centroeuropa, ya que el origen de la imagen es español.
De este modo, el Niño aparece vestido con camisas largas y lleva los pies descalzos. Con su mano derecha está impartiendo la bendición, mientras que con la izquierda sostiene una imagen del orbe rematada con una cruz. La imagen está vestida con ropas reales. De hecho, uno de los aspectos más llamativos del Niño Jesús de Praga son sus vestidos, que además van cambiando según los tiempos litúrgicos. En el pasado fue adornada con joyas preciosas, procedentes de donaciones de los fieles. La imagen está coronada, pero ésta no está unida directamente con la talla sino montada sobre su cabeza. Porta la corona que le impuso Benedicto XVI en 2009 en su viaje a República Checa.
¿Por qué tiene fama de milagroso el Niño Jesús de Praga?
Desde poco después de su llegada a Praga, la imagen del Niño Jesús tiene fama de milagrosa. Una vez ya en el convento de los carmelitas desde el principio hubo gran devoción por ella entre los propios frailes. Uno de ellos era el padre Cirilo de la Madre de Dios que en 1637 al volver al lugar sagrado tras el saqueo del monasterio por los sajones, buscó al Niño Jesús, al que encontró dañado y abandonado. Durante el rezo, escuchó decir al Niño Jesús: “ten piedad de mí y yo tendré piedad de ti. Dame mis brazos y yo te daré mi paz. ¡Te bendeciré tanto como tú me veneres a mí!”.
El fraile logró reparar la talla y rápidamente comenzaron los milagros y hechos extraordinarios realizados por el Niño Jesús, tanto en el propio monasterio como entre los propios habitantes de Praga, entre las que destacan numerosas curaciones inexplicables. Uno de los milagros más espectaculares ocurrió justo el último año de la Guerra de los Treinta Años, en 1648. La ciudad fue cercada por los suecos. Tras un breve pero brutal asedio tomaron el castillo y toda Malá Strana. Los soldados se abandonaron al pillaje y tenían órdenes claras de conquistar toda la ciudad, pero una desesperada defensa en el Puente de Carlos logró milagrosamente detener y rechazar a los asaltantes, e inmediatamente se extendió el rumor de que este increíble milagro fue posible por la divina intercesión del Niño Jesús de Praga.
La fama del milagroso Niño Jesús de Praga se extendió y cada vez más miles de personas llegaban hasta el convento para venerar la imagen, que tuvo que ser traslada a un lugar preminente. Esta fama se extendió por todo el mundo, y en España existe una gran devoción. A día de hoy el Niño Jesús de Praga tiene devotos por todo el orbe, y numerosas placas colocadas en el convento dan fe de las gracias concedidas en numerosos países. El Niño es popular también porque es considerado protector milagroso de embarazadas, de madres preocupadas por sus hijos y protector de los más pequeños.
Son numerosas todavía hoy las gracias concedidas por su intervención. La página oficial de la Iglesia de Nuestra Señora de la Victoria y el Niño Jesús de Praga recoge algunos testimonios más recientes. Estos algunos de ellos…
Uno de ellos llega de Estados Unidos y dice: “En 2011 terminé el tratamiento para el cáncer de mama. Un año más tarde fui a hacerme los análisis de sangre y por desgracia el resultado fue muy malo. Parecía que el cáncer se había extendido de nuevo. Fui al hospital a hacerme otra vez las muestras de sangre. En ese día, me acordé de la oración al Niño de Praga. Le prometí que si valoraba el resultado de los análisis de sangre iría personalmente a visitarle. Al cuarto día por la mañana me desperté y recibí una fantástica llamada: ¡mi sangre estaba limpia! El médico dijo que era un milagro. Hoy estoy aquí para agradecer personalmente que Dios me cuidó”.
Desde Australia llegaba este otro: “Mi hermano y su esposa en 2011 visitaron Praga. La cuñada estaba en una silla de ruedas. También visitaron la Iglesia de Nuestra Señora de la Victoria y mi hermano empujaba el carrito. Pasaron algún tiempo en la iglesia y leyeron acerca de Niño Jesús. Mientras salían, la cuñada en la puerta de la iglesia se puso de pie y dejó la silla de ruedas. Regresaron a Australia, donde fue sometida a un examen médico. El médico dijo que su enfermedad desapareció sin ninguna explicación. Tienen 7 hijos y 25 nietos y todos recibieron la imagen del Niño Jesús de Praga”.
Por todo el mundo hay procesiones e imágenes del Santo Niño Jesús de Praga.
Cronología de la historia del Niño Jesús de Praga
Principios del siglo XVI: la imagen del Niño Jesús de Praga tiene su origen en España aunque no se sabe con certeza cómo y quién la talló. La tradición dice que el Niño Jesús se apareció a un monje, quien la creó a partir de su visión. Pertenecía a la familia de los Condes de Treviño y Duques de Nájera.
1556: lo que sí se conoce con certeza es que la talla de 47 centímetros que representa al Niño Jesús llegó a Praga traído por la duquesa española María Manríquez de Lara, que se casó con el canciller del reino de Bohemia, Vratislav de Pernstein. Más adelante, ella se la regaló a su hija Polysena de Lobkowicz como regalo de bodas, que tenía especial devoción a la talla.
1628: Polyxena de Lobkowicz dona la estatua como regalo para el monasterio de los Carmelitas Descalzos en la iglesia de Nuestra Señora de la Victoria. Los frailes colocan la estatua en la capilla del noviciado para que los jóvenes monjes aprendieran las virtudes del Niño Jesús, donde comienza la devoción.
1631: los sajones toman Praga y los carmelitas huyen. El monasterio es saqueado y la imagen del Niño Jesús es dañada y tratada como un objeto sin valor.
1637: los monjes vuelven a Praga. Y entre ellos se encuentra el padre Cirilo de la Madre de Dios, que en sus años de novicio era un gran devoto de la imagen Niño, al que consideraba un gran intercesora. Él encuentra la estatua entre trastos viejos y olvidados. Estaba rota. Y durante un rezo el Niño habla: “ten piedad de mí y yo tendré piedad de ti. Dame mis brazos y yo te daré mi paz. ¡Te bendeciré tanto como tú me veneres a mí!”.
1639: Comienzan a acreditarse las primeras curaciones milagrosas. Entre el pueblo se afirma que el Niño Jesús es el salvador de Praga ante el asedio sueco.
1641: el Niño Jesús es trasladado desde el coro, donde los fieles no podían venerarlo públicamente, hasta una capilla de la iglesia de los carmelitas.
1655: la imagen es coronada por el obispo de Praga mientras aumenta el número de milagros y gracias concedidas.
1741: la imagen es trasladada a su ubicación actual ante la gran cantidad de fieles que acudían a venerarla.
1784: el convento fue clausurado por José II, lo que provocó un descenso de la devoción al Niño Jesús, situación que se alargaría durante varios años, cuando la devoción volvió a recuperar su esplendor por todo el Imperio Austrohúngaro.
1935: El 300 aniversario de la veneración del Niño Jesús se celebra por todo lo alto y recibe gran atención de los participantes del Congreso Católico de 1935. En el paso del siglo XIX al XX la veneración por el Niño Jesús de Praga se había extendido por todo el mundo milagrosamente.
1989: tras décadas de dictadura nazi y soviética donde la veneración fue silenciada vuelve públicamente a resurgir la devoción en el país.
1993: los carmelitas descalzos regresan a la iglesia de Nuestra Señora de la Victoria y potencian nuevamente la devoción.
2009: El Papa Benedicto XVI visita la iglesia y ofrece una corona al Niño Jesús.
¿Cómo es la coronilla al Niño Jesús de Praga?
Esta la coronilla que se puede rezar al Niño Jesús:
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios Nuestro.
Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre Verdadero, Creador, Padre y Redentor mío. Por ser Vos quien sóis, Bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberos ofendido. También me pesa porque podéis castigarme con las penas eternas del infierno. Ayudado de Vuestra divina gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta. Amén
-Abre, Señor, mis labios.
-Y mi lengua pronunciará tu alabanza.
-Acude, oh Dios, en mi auxilio.
-Apresúrate Señor a socorrerme.
Adorada y glorificada sea la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, por todos los siglos de los siglos. Amén.
Adorado y glorificado sea el Padre.
-El verbo se hizo carne.
-Y habitó entre nosotros.
Padre Nuestro
1º Divino Niño Jesús, bendito y alabado seas en el misterio de Tu encarnación.
Ave María
2º Divino Niño Jesús, bendito y alabado seas en el misterio de tu Visitación.
Ave María
3º Divino Niño Jesús, bendito y alabado seas en el misterio de tu Nacimiento.
Ave María
4º Divino Niño Jesús, bendito y alabado seas en el misterio de la adoración de los pastores.
Ave María
Adorado y glorificado sea el Hijo.
-El verbo se hizo carne.
-Y habitó entre nosotros.
Padre Nuestro.
5º Divino Niño Jesús, bendito y alabado seas en el misterio de tu Circuncisión.
Ave María
6º Divino Niño Jesús, bendito y alabado seas en el misterio de la Epifanía.
Ave María
7º Divino Niño Jesús, bendito y alabado seas en el misterio de Vuestra presentación en el templo.
Ave María
8º Divino Niño Jesús, bendito y alabado seas en el misterio de Vuestra huída a Egipto.
Ave María
Adorado y glorificado sea el Espíritu Santo.
-El verbo se hizo carne.
-Y habitó entre nosotros.
Padre Nuestro
9º Divino Niño Jesús, bendito y alabado seas en el misterio de Vuestra permanencia en Egipto.
Ave María
10 º Divino Niño Jesús, bendito y alabado seas en el misterio de Vuestro regreso a Nazaret.
Ave María
11º Divino Niño Jesús, bendito y alabado seas en el misterio en el misterio de Vuestra vida oculta en Nazaret..
Ave María
12º Divino Niño Jesús, bendito y alabado seas en el misterio de Vuestra pérdida y hallazgo en el Templo.
Ave María
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en un principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén
-Sea bendito el nombre del Señor.
-Ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén
Oración al Niño Jesús de Praga
La Virgen María reveló al padre Cirilo de la Madre de Dios una oración para dirigirse al Niño Jesús de Praga. Es la siguiente:
Oh Santo Niño Jesús,
que difundes tus gracias sobre quien te invoca,
vuelve tus ojos a nosotros,
postrados ante tu santa imagen,
y acoge nuestra oración.
Te encomendamos a los pobres necesitados
que confían en tu divino Corazón.
Extiende sobre ellos tu mano omnipotente,
y socórrelos en sus necesidades.
Extiéndela sobre los niños, para protegerlos;
sobre las familias, para guardarlas en la unidad y el amor;
sobre los enfermos, para curarlos y santificar sus penas;
sobre los afligidos, para consolarlos;
sobre los pecadores, para llevarlos a la luz de tu gracia;
sobre los que, apretado por el dolor y la miseria,
invocan confiados tu amorosa ayuda.
Extiéndela también sobre nosotros, para bendecirnos.
Concede, oh Pequeño Rey,
los tesoros de tu misericordia y de tu paz
al todo el mundo,
y consérvanos ahora y siempre
en la gracia de tu amor. Amén.
Novena al Niño Jesús de Praga
Durante nueve días queremos recordar la infancia de Jesús y dejar que él transforme también nuestra propia vida, pues es algo que siempre nos influye. Jesús vino a este mundo y se encarnó en un niño por todos nosotros y de todos conoce nuestros nombres. Para cada día la novena nos ofrece una característica propia del niño, lo que a primera vista puede parecer una limitación, pero quizás sea precisamente lo contrario.
Día 1: Pequeñez
Jesús, te encarnaste en un niño, te hiciste pequeño a pesar de ser el infinito y gran Dios. Y nos has enseñado en qué consiste la verdadera grandeza. Nos enseñas que no tenemos que creernos superiores para que mires por nosotros. Queremos aceptar nuestras limitaciones y aprovechar nuestros dones. Ojalá que seamos capaces de valorar las cosas pequeñas que forman nuestras vidas y de encontrar su valor infinito.
Padre Nuestro – Ave María – Gloria
Señor Jesús, te hiciste hombre y viviste una vida humana de principio a fin. Tú nos entiendes a la perfección sin que tengamos que pronunciar palabra. Tú nos aceptas incluso aunque no seamos perfectos. Tú te inclinas hacia nosotros para levantarnos y hacernos fuertes y valientes. Por favor, cura nuestros corazones y llena nuestra vida de paz, alegría y esperanza. Pues vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
Día 2: Fragilidad
Jesús, aceptaste ser frágil como un niño. Nosotros también tenemos esta experiencia, pues nuestra vida es muy frágil. Basta muy poco para que se rompan nuestras relaciones, nuestra salud, nuestros sueños, nuestra autoestima. Tú conoces nuestra fragilidad, cuentas con ella y no dejas de apreciarnos. Enséñanos a vivir siendo conscientes de nuestra propia fragilidad y a no olvidar la honra que tenemos a tus ojos.
Padre Nuestro – Ave María – Gloria
Señor Jesús, te hiciste hombre…
Día 3: Pobreza
Jesús, llegaste a este mundo como un niño pobre. No tenías ni un techo sobre tu cabeza, tú, a quien pertenece todo el universo. Tu riqueza fue saber que eras el Hijo amado de Dios. Y nosotros experimentamos la pobreza, física o espiritual: la duda, la soledad y el desconsuelo.
Ojalá que siempre tengamos la oportunidad de descubrir la riqueza real: el saber que te tenemos.
Padre Nuestro – Ave María – Gloria
Señor Jesús, te hiciste hombre…
Día 4: Vulnerabilidad
Jesús, no tuviste miedo de encarnarte en un niño vulnerable. También nosotros hemos sufrido diferentes heridas: mediante la torpeza, las confusiones, la indiferencia, o incluso intencionadamente. Cargamos con numerosas heridas durante nuestras vidas, no sabemos qué hacer con ellas y de la misma forma dañamos a otros. Llévanos al camino donde podamos curarnos. Tenemos esperanza en que también nuestras heridas puedan ser sanadas.
Padre Nuestro – Ave María – Gloria
Señor Jesús, te hiciste hombre…
Día 5: Dependencia del prójimo
Jesús, como todos los niños, tú también dependías del cuidado y la cercanía de los demás. Ni siquiera nosotros podemos estar los unos sin los otros. Te necesitamos, así como nos necesitamos entre nosotros. Descubrimos que cuando estamos solos no nos sentimos bien. Sana nuestras relaciones para que podamos salir de nuestro aislamiento y entregarnos a los demás con alegría.
Padre Nuestro – Ave María – Gloria
Señor Jesús, te hiciste hombre…
Día 6: Ganas de jugar
Jesús, las ganas de jugar y la fantasía eran por supuesto parte de tu niñez. Basta prestar atención por un momento a los niños para comprender que a menudo los juegos son más importantes que las actividades „serias“.Ojalá que podamos vivir de forma tan plena el presente como los niños se concentran en sus juegos. Ojalá que nos inspiremos con el vigor y la veracidad de los niños que juegan. Ojalá que a veces nos permitamos no tomarnos tan en serio y seamos capaces de soñar.
Padre Nuestro – Ave María – Gloria
Señor Jesús, te hiciste hombre…
Día 7: Debilidad
Jesús, Dios Todopoderoso, solo el amor pudo llevarte a aceptar encarnarte en un niño débil e indefenso. Nunca quisiste usar la violencia porque el corazón de las personas no se puede conseguir mediante la fuerza. Que no nos desesperemos por nuestra debilidad y seamos conscientes de que es algo inherente a la vida. Jesús nos enseña paciencia, oración, humildad y sabiduría. Y solo como seres débiles es cuando realmente podemos encontrarnos con los demás y establecer amistad y confianza
Padre Nuestro – Ave María – Gloria
Señor Jesús, te hiciste hombre…
Día 8: Confianza
Jesús, de niño confiaste completamente en María y José, y la misma confianza tienes hacia toda la humanidad. A veces olvidamos que nuestra vida está en buenas manos, pase lo que pase. Somos vencidos sin motivo por los miedos que nos atan. Cuando te observamos, pequeño Rey, no podemos temerte. Haz que nuestras vidas estén llenas de confianza y no de temor.
Padre Nuestro – Ave María – Gloria
Señor Jesús, te hiciste hombre…
Día 9: Crecimiento
Jesús, de niño creciste y te fortaleciste tanto de cuerpo como de espíritu. También a nosotros nos invitas a desarrollarnos plenamente. Haz que no nos quedemos estancados en los errores e injusticias del pasado y que podamos mirar hacia adelante. Que descubramos las oportunidades que nos ofreces en la vida y que seamos capaces de aprovecharlas. Que nuestra vida florezca en todo su esplendor.
Padre Nuestro – Ave María – Gloria
Señor Jesús, te hiciste hombre…