Este lunes ha fallecido a los 89 años debido a un infarto José Jiménez Lozano, una de las grandes figuras de la literatura española del último siglo, católico y gran admirador de los místicos españoles, a los que rezaba habitualmente.
Jiménez Lozano publicó 26 novelas, 19 ensayos, muchos de temática religiosa, doce libros de cuentos, nueve poemarios y siete diarios, una extensa obra gracias a la cual consiguió entre otros muchos galardones el Premio Nacional de las Letras (1992) y la Medalla de Oro de Bellas Artes (1998) o el Premio Cervantes (2002).
Corresponsal en Roma durante el Concilio Vaticano II
Pero además de su carrera literaria ejerció la periodística también de manera muy exitosa siendo el corresponsal de El Norte de Castilla en el Vaticano durante el concilio y siendo más tarde subdirector y director del diario castellano.
Jiménez Lozano, junto al cardenal Blázquez y a monseñor Argüello, obispo auxiliar de Valladolid
Su pensamiento y obra estaban irremediablemente influenciados por la formación y el pensamiento católico con el que se formó. Consecuencia de ello es que más allá de su obra Jiménez Lozano ideó junto al sacerdote José Velicia las exposiciones de Las Edades del Hombre, que desde 1988 dan a conocer el arte sacro en Castilla y León y que han recibido desde entonces millones de visitantes.
Por su parte, el poeta y escritor natural de Ávila recibió en 2017 la Pro Ecclesia et Pontifice, la máxima distinción que el Papa confiere a seglares, “como premio a su fidelidad a la Iglesia y su servicio distinguido a la comunidad”.
Como uno de los grandes representantes del llamado “humanismo cristiano” esta vivencia de la fe estuvo muy presente en su obra, donde sus reflexiones llevaban al pensamiento más profundo. En una entrevista en COPE hablando sobre Autschwitz, Jiménez Lozano respondía: “Hay alguien que se queja: ‘¿Dónde está Dios?’. Y le dicen: ‘Donde ha estado siempre, aquí también’. Esto le deja a uno desconcertado. Nosotros nos hemos permitido juzgar. Yo creo que no podemos juzgar. Recibirlo con la obediencia o con la protesta pertinente, como hacía el santo Job. Pero, naturalmente, sabiendo a quien se habla”.
Enamorado de los santos místicos
Y es que José Jiménez Lozano no sólo fue un exitoso escritor sino además un estudioso y gran admirador de los místicos españoles. En otra entrevista en La Razón de hace unos años explicaba sobre San Juan de la Cruz o Santa Teresa: "Claro que les he rezado. Y no solo para pedir: rezar no es solo pedir".
A su juicio, esos santos "tenían una espiritualidad muy distinta a la de nuestros días. Eran místicos, nosotros no. La espiritualidad es algo muy íntimo".
De este modo, Jiménez Lozano agregaba que "nunca se han publicado tantos libros sobre San Juan de la Cruz como en estos momentos, pero no en España, sino en otros países. Quizá es que el estudioso necesita una distancia. En América se están publicando biografías esplendorosas. Santa Teresa fue toda una escritora. Yo diría que San Juan fue más bien un poeta. Por supuesto, cuando los lees adquieres cierta afinidad por ellos, y si conoces los lugares donde vivieron, sus paisajes, más aún".
¿Los ignacios y las teresas de hoy?
Preguntado por los "ignacios, las teresas, los juan de la cruz de hoy", respondía: "Los hay que son como ellos, místicos, pero no escriben, y por eso los desconocemos. No sabemos si esa señora que sale de comprar de Galerías Preciados es una mística. Podría ser: la gente es más valiosa de lo que pensamos a menudo".
José Jiménez Lozano explicaba que no se opondría a beatificar a Isabel la Católica. Decía del llamado "nuevo ateísmo" de la anti-navidad y los anti-belenes que "es una estupidez bastante lamentable. Habrá gente que se sienta herida con sus frases hirientes, yo no. Pero sí con el asalto a las capillas, eso sí me hiere. No se puede aceptar ese comportamiento. Tampoco si se llegara a asaltar un centro de una asociación librepensadora".
Y sobre la familia cristiana en Occidente se declaraba "razonablemente esperanzado". "Decían los clásicos que la esperanza es una serpiente que se escapó de la caja de Pandora, pero mi esperanza es razonable. La familia se debilitará durante una temporada, pero es una institución natural y volverá con fuerza, por su propia lógica. Ya ha pasado antes y volverá a pasar", anunciaba.