Carlos Moreno Pérez es experto en Marketing y Recursos Humanos. Trabajó muchos años en la multinacional Unilever mientras su familia crecía hasta llegar a tener once hijos. Éste barcelonés muy viajado, después de escribir libros como «Nada nuevo en la empresa» y «El fútbol y la dirección de empresas», ahora nos ofrece un libro de oraciones al cumplir los 90 años.

Esta entrevista se realizó hace unas semanas. A ReL nos ha llegado la triste noticia de su fallecimiento y, a pesar de su pérdida, hemos decidido publicarla como homenaje a Carlos Moreno, un verdadero caballero cristiano.

- ¿No es raro y extraño su título?
- Lo es. Lo es. Pero tiene su lógica y llama la atención, ¿no?

- Entonces…
- La RAE dice que “la anécdota es un suceso más o menor notable”. Y, ¿no nace de la anécdota tanta oración?

- Usted dirá…
- Si rogamos que llueva, ¿qué menos que dar gracias por la lluvia que está cayendo?

- ¿A quién pretende dirigirse?
- A toda persona que no sea exigente, sino sencilla. Es una obra modesta “de carácter íntimo y familiar”. Lo mismo le ha interesado al ingeniero que me confiesa que lo ha leído “de seguido” –una de esas personas que se manifiestan "católica pero no practicante”-. O la interna que lleva el libro en el bolso y “lo tengo muy arrugado”… -comenta-.

- Los religiosos, las religiosas…
- Sí, sí, también. Pero repito, no muy exigentes; porque no les responde en la forma o en el fondo que pretenden.

- Por ejemplo…
- Me llamó Sor Genoveva Masip, porque le dedico un capítulo en el libro y se lo envíe. Fue tan entrañable que me llamó por teléfono para agradecérmelo y me emocionó.

- ¿Qué pretende usted?
- Confirmar. Yo me eché a la calle y la vida me deparó muchas anécdotas idóneas para elevar la mente a Dios, alabarle, agradecerle, rogarle: al cruzar la calle, degustar una buena comida; durante una noche de insomnio; considerando a la mujer que no es agraciada; o la ternura de la que es apreciada por como atiende en el hospital…Son pasos a una vida más grata al Señor al dirigirme a Él “sobre la marcha”.

- ¿Cómo están reaccionando los lectores?
- Por lo que me consta, algunos la han desechado, pero me dan, de agradecer, sus razones. Otros que se las han leído en un par de “sentadas”, pero tampoco es eso. Corresponde hacerlo en pequeñas “diócesis”.

- ¿No las hay que las celebren?
- Sí, me explican, también, por qué. Son alabanzas que me sirven de cura de humildad; para pretender ser lo que dicen que soy y… no soy.

- Pues su hijo se ha lucido en el epílogo.
- Lo escribió por insistencia de Álex Rosal, el editor. Creo que está- mejorando lo presente- muy bien escrito; pero es, como dirían los chavales de hoy: una “pasada”. ¡Qué exageración! En la admiración y amor de un hijo a su padre, que me emociona.

- Y ahora…
- Piense usted en la próxima oración; que se basará en una anécdota, quizá.

- La última mía: es agradecer al Señor y a usted esta entrevista; pura anécdota. “Un suceso más o menos notable”, ¿no?

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Título: Cien oraciones anecdóticas TiendaLibres
Autor: Carlos Moreno Pérez  
Editorial: Vozdepapel  
Páginas: 138  
Precio 12 euros