Así como hay científicos y compañías farmacéuticas de países ricos de todo el mundo están compitiendo por el desarrollo y la aplicación de una vacuna contra la enfermedad mortal del coronavirus (COVID-19), también hay un sacerdote dominico microbiólogo filipino que vive actualmente en Estados Unidos que ha decidido fabricar una vacuna que será asequible y accesible para otros países de ingresos medios a bajos, incluido su natal Filipinas. “Pensé en desarrollar esta vacuna cuando me di cuenta de que muchas de las vacunas disponibles que se fabrican hoy ya se han prometido a países ricos”, dijo el padre Nicanor Austriaco.
Austriaco, quien es profesor asociado de Biología y Teología en el Providence College en Rhode Island, EE.UU., afirmó que su propuesta es crear una vacuna oral contra el COVID-19 usando una levadura probiótica. “Es una idea, y hay que probarla para ver si funciona. Decidí hacer esto por el bienestar del pueblo filipino”, dijo al diario Sunstar, de Filipinas.
También explicó que su proyecto, denominado “Proyecto Pag-asa (Esperanza)”, se encuentra en sus “primeras etapas de desarrollo”, las cuales por ahora “no son caras”. “Todavía se encuentra en su etapa preclínica de desarrollo y tendrá que probarse en modelos animales antes de que podamos hablar siquiera de voluntarios humanos”, dijo el microbiólogo dominico.
Según el sacerdote científico, un sistema a base de levadura no necesitaría refrigeración ni inyecciones ni personal sanitario. “Por ahora, tengo la financiación adecuada para completar los experimentos necesarios para hacer el sistema de administración de la vacuna de levadura y realizar pruebas en animales”, dijo Austriaco.
“No es necesario que me acerque a ninguna agencia gubernamental en este momento porque este todavía es un proyecto de laboratorio. Solo tendría que buscar la aprobación del gobierno si el sistema de administración de vacunas funciona en animales. Pero no lo sabremos por muchos meses”, agregó.
Las pruebas con animales se realizarán en un laboratorio de la Universidad de Santo Tomas (UST) en Manila. “Lo haremos lo más rápido posible sin sacrificar el rigor y la excelencia que exige la ciencia”, dijo Austriaco, quien actualmente se encuentra de año sabático como profesor invitado de ciencias biológicas en la UST.
Sacerdote y microbiólogo dominico de primer nivel
Austriaco terminó su licenciatura, summa cum laude, en bioingeniería en la Universidad de Pennsylvania, EE. UU. Más tarde obtuvo su doctorado en biología en el renombrado Instituto Teconológico de Massachusetts, donde fue miembro del Instituto Médico Howard Hughes.
En 1997, una conversión más profunda con el Señor lo llevó a unirse a la Orden de los Frailes Predicadores, conocida popularmente como los Dominicos. Asistió a la Pontificia Facultad de la Inmaculada Concepción en la Casa Dominica de Estudios en Washington, DC. También obtuvo su doctorado en teología sagrada de la Universidad de Friburgo en Suiza.