En noviembre se estrenará un documental sobre la Sábana Santa dirigido por Robert Orlando y que abordará los orígenes y la autenticidad de la Sindone con la perspectiva de un estudio policial y forense de la 'escena del crimen'.
Shannon Mullen ha hablado de este film en National Catholic Register:
En 1988, las pruebas de datación por carbono concluyeron que la Sábana Santa de Turín era una falsificación de 700 años de antigüedad. Treinta y cinco años después, la ciencia del siglo XXI apunta a una conclusión radicalmente distinta.
Las pruebas de carbono supervisadas por el Museo Británico y la Universidad de Oxford han quedado desacreditadas. Por razones no del todo explicadas, los investigadores analizaron solo una pequeña muestra de fibra tomada de un borde del sudario dañado en un incendio en 1532 y remendado con tintes por monjas clarisas.
Mientras tanto, pruebas cada vez más sofisticadas del polen encontrado en la tela, las manchas de sangre y sus perfectas imágenes tridimensionales están produciendo cada vez más pruebas de que la Sábana Santa de Turín fue creada en el siglo I por un "acontecimiento nuclear" que no puede reproducirse con la tecnología actual.
El cineasta Robert Orlando se sumerge en el centro del debate sobre los orígenes y la autenticidad de la Sábana Santa con un nuevo documental, The Shroud: Face to Face [La Sábana, cara a cara], que se estrenará en noviembre.
Orlando, que ha escrito un libro con el mismo título, enmarca su tema como una investigación contemporánea sobre un "crimen real", empleando escenas recreadas y efectos visuales de vanguardia para dar a la película un aire artístico.
Éste es un primer tráiler de 'The Shroud. Face to Face', y puedes ver otro distinto en el propio portal de la película.
La película incluye entrevistas con expertos de ambos lados del debate, como el historiador estadounidense y profesor del Seminario Teológico de Princeton Dale Allison; Cheryl White, de la Asociación para la Educación y la Investigación sobre la Sábana Santa; y Mark Goodacre, director de televisión, estudioso del Nuevo Testamento y profesor del Departamento de Religión de la Universidad de Duke.
El padre Andrew Dalton, profesor de teología en el Pontificio Ateneo Regina Apostolorum de Roma, que escribió el prólogo del libro de Orlando, también aparece en la película, al igual que el padre jesuita Robert J. Spitzer, erudito, autor y popular presentador de televisión del canal EWTN.
Llegar a un nuevo público
El viernes 28 de julio por la noche, el padre Spitzer se unió a Orlando para presentar un avance de 15 minutos de la película seguido de una serie de preguntas y respuestas durante la conferencia anual de verano del Instituto Napa en Napa (California). El padre Spitzer es presidente y cofundador del Instituto.
"Es más que un documental en el sentido de que lo abarca todo: el sentido estético, la emoción de la investigación, el multimedia, todos los sentidos", dijo el padre Spitzer sobre la película.
El padre Spitzer espera que el trabajo de Orlando dé a conocer la Sábana Santa a un "público totalmente nuevo" que probablemente no visite un museo de la Sábana Santa ni lea un libro académico sobre el tema.
"Esta es la manera, creo, de hacer llegar el mensaje; y de hacerlo de una manera convincente, que haga que las personas no se sientan obligadas, sino que les permita tomar una decisión por sí mismas", dijo el presentador del programa Father Spitzer's Universe de EWTN.
Orlando dijo que aceptó hacer el documental porque el sudario parecía estar ahora "de actualidad", con la apertura de nuevas exposiciones en Houston y Washington, D.C., entre otros.
Pero también vio el proceso de investigación de la película como parte de una búsqueda más personal de respuestas a las "grandes preguntas" de la vida tras la reciente muerte de su padre.
"Intentaba combinar las dos cosas", explica Orlando: "No sabía dónde se mezclaban, pero era el proyecto adecuado en el momento adecuado".
¿Una reliquia de la Resurrección?
Entre los recientes descubrimientos científicos que se comentan en la película figura el hallazgo según el cual el hombre del sudario sufrió heridas en la cabeza causadas por un "casco" de espinas, algo que no es probable que imaginara un falsificador medieval, ya que los Evangelios solo hacen referencia a una "corona" de espinas.
Además, el hombro derecho del hombre está más bajo que el izquierdo, lo que, según el padre Spitzer, concuerda con una dislocación del mismo, debida probablemente a una caída. Esto explicaría por qué los soldados romanos habrían obligado a un transeúnte como Simón de Cirene a ayudar a llevar la cruz de Jesús, señaló.
Otro hallazgo convincente es que la mayoría de los fósiles de polen conservados en el sudario proceden del norte de Judea, no de Francia ni de otros lugares donde se sabe que ha estado la tela en los últimos 700 años. "Por tanto, tiene que ser mucho más antiguo", razona el padre Spitzer.
Basándose en las investigaciones que ha realizado a lo largo de los años, el padre Spitzer está convencido de la autenticidad del sudario. Suscribe la teoría de que la "degeneración nuclear espontánea a baja temperatura" de cada célula del cuerpo del crucificado creó una explosión de radiación increíblemente intensa que dejó tras de sí pruebas físicas de la Resurrección.
Orlando, por su parte, se mostró reticente cuando se le preguntó por las conclusiones de la película, y prefirió dejar que los espectadores vieran cómo se desarrollaba su viaje de investigación. "Creo que si he hecho mi trabajo, al final alguien (se encontrará) con el hombre Jesús", dijo, "y tendrá que responder a la pregunta: '¿Quién dices que soy yo?'".
Traducción de Verbum Caro.