Las personas más religiosas tienen menos mutaciones genéticas, y las personas con más mutaciones genéticas (como los zurdos, por ejemplo) tienden a ser menos religiosas. Así lo señala un estudio (a partir de entrevistas a 612 voluntarios) publicado en la revista Evolutionary Psychological Science. El estudio detecta una conexión entre el ateísmo o la increencia y ciertos rasgos genéticos, como la zurdera, la esquizofrenia y el autismo. El autor principal, Edward Dutton, del Instituto de Investigación Social del Ulster, Reino Unido, lo explica todo en claves de fertilidad y transmisión de genes a las siguientes generaciones. Explicó a The Telegraph que en las sociedades preindustriales, a la hora de buscar pareja, las personas más religiosas (las que aceptan la moral religiosa, con toda la estabilidad emocional, mental y social que suele implicar) son las que más a menudo conseguían legar a la edad adulta y también conseguían pareja y tenían más hijos. En cambio, las personas más rebeldes, es decir, antirreligiosas, a menudo no conseguían pareja, o no llegaban a la vida adulta (llevaban una vida peligrosa) y no transmitían sus genes. Los religiosos son, pues, por varios factores, más fértiles. En realidad, el estudio ha examinado las creencias religiosas, y también otras creencias en temas paranormales o de vida tras la muerte en 612 voluntarios. Luego han comparado la fuerza de estas creencias con la presencia de cuatro cargas mutacionales (aspectos de salud general, autismo, asimetría fluctuante y zurdera). Los resultados sugieren que la relación entre las personas zurdas y el ateísmo es “débil pero significativa”, mientras que el vínculo entre el autismo y la no religión es más sólido. Mucha gente dirá que es lógico que los autistas tengan más difícil creer en Dios: la religión es la relación con el Totalmente Otro, y al autista se le dan mal las relaciones y el trato con los demás. El estudio señala, además, otro dato curioso: que los que tienen más cargas mutacionales, aunque son menos religiosos, sí tienden a creer más en las "cosas paranormales" que los que tienen menos cargas mutacionales. O lo que se atribuye a Chesterton: desde que no se cree en Dios se cree en cualquier cosa.