Frente al estereotipo ateo de que ciencia y fe son polos opuestos, no hay mejor respuesta que la evidencia: algunos de los más prestigiosos científicos del siglo XXI defienden con firmeza que creer en Dios es mucho más razonable que no hacerlo.
De ello da cuenta el libro Nuevas evidencias científicas de la existencia de Dios (Voz de Papel), de José Carlos González-Hurtado, presidente de EWTN España.
Desde el descifrador del genoma al padre de la nanotecnología y varios Premios Nobel, estos son siete científicos que creen en Dios en nuestros días:
1. Francis Collins (n. 1950) - El padre del genoma humano
Conocido por liderar el Proyecto Genoma Humano, el genetista estadounidense Francis Collins demuestra que la ciencia abre a la evidencia de un Creador.
Su búsqueda de respuestas como científico ateo llevó a Collins, primero, a reconocer la evidencia de Dios. Y, tras una fuerte experiencia mientras hacía alpinismo, a abrazar la fe cristiana: "Intentaba entender por qué personas intelectualmente sofisticadas podían creer en Dios. Para mi consternación, encontré que el ateísmo resultó ser la menos racional de todas las posibles elecciones. (…) El Dios de la Biblia es también el Dios del genoma. Se le puede adorar en la catedral o en el laboratorio".
2. William Phillips (n. 1948) - Entre la física y el Premio Nobel
William Phillips, físico estadounidense y Premio Nobel en 1997, ha contribuido de forma notable al desarrollo de la refrigeración láser. Además de por su sentido del humor, es conocido por unir la ciencia y el cristianismo.
En 2002, compartió: “Hay preguntas que la ciencia no puede responder, como la pregunta de por qué el universo existe. Yo creo que la respuesta a esa pregunta es que Dios lo creó”.
3. John Lennox (n. 1943) - Matemático y azote del multiverso
En la prestigiosa Universidad de Oxford, Lennox destaca por sus contribuciones matemáticas y su firme defensa de la compatibilidad entre los científicos y Dios.
Lennox es, además, azote de la Teoría del Multiverso, creada por científicos ateos para huir de la evidencia de un Creador, porque “creer en Dios es una opción infinitamente más racional que la alternativa de creer que cualquier universo que pudiera existir de hecho existe, incluyendo uno en el que Richard Dawkins sea arzobispo de Canterbury”.
4. John Polkinghorne (1930-2021) - De lo Cuántico a la Teología
Con una carrera inicial en física de partículas, Polkinghorne fue profesor de Física Matemática en la Universidad de Cambridge, presidente del Queens’ College, profesor en Princeton, Berkeley y Stanford, nombrado caballero por la reina de Inglaterra en 1997 y Premio Templeton en 2002.
En sus palabras, "la existencia de Dios es la cuestión más importante a la que nos enfrentamos sobre la naturaleza de la realidad”. ¿Su respuesta a tal pregunta? Hacerse sacerdote y teólogo de la Iglesia anglicana a los 47 años.
5. Freeman Dyson (1923-2020) - Visionario de la Física Teórica
Dyson, físico teórico estadounidense, no solo contribuyó a la electrodinámica cuántica, sino que también exploró la intersección entre astrofísica, biología, ciencia y fe. Falleció en 2020, pero su legado vive.
Escribió: "Cuanto más examino el universo y los detalles de su arquitectura, encuentro más y más evidencia de que el universo sabía de alguna manera que íbamos a venir y no veo otra explicación posible que la voluntad de un Creador".
6. Allan Sandage (1926-2010) - Pionero en la Cosmología
Este astrónomo estadounidense, discípulo y continuador de Hubble, no solo hizo contribuciones fundamentales a la cosmología sino que también exploró la relación entre la Biblia y la ciencia.
Ateo durante 50 años, su estudio del cosmos le llevó en 1983 a anunciar su conversión al cristianismo: “Dentro del terreno de la ciencia no se puede decir ningún detalle más sobre la creación de lo que se dice en el primer libro del Génesis”, llegó a decir.
7. Richard Smalley (1943-2005) - Nobel y padre de la nanotecnología
También se convirtió al cristianismo Richard Smalley, premio Nobel de Química en 1996, y considerado por muchos como padre de la nanotecnología.
“Aunque sospecho que nunca lo entenderé del todo, ahora pienso que la respuesta es muy simple: es verdad. Dios creó el universo hace 13.700 millones de años y necesariamente Él se ha involucrado con Su creación desde entonces”, dijo al explicar por qué dejaba el ateísmo.
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