Chloe Cole tiene 18 años y se ha convertido en todo un referente contra los peligros de las transiciones de género en los niños. La joven ha dado un paso más allá y acaba de denunciar a los médicos que le operaron cuando era menor de edad.
"Mi objetivo con en esta demanda es sentar un precedente que cambie el panorama de estos procesos bárbaros y crear un camino para que otras personas en transición busquen justicia", dijo Cole a CNA, quien se describe como un "antiguo niño trans".
Propaganda LGTBI
La demanda fue presentada el 9 de noviembre, ante el Tribunal Superior de California y está dirigida contra la endocrina Lisa Taylor; el cirujano Hop Nguyen Le; y la psiquiatra Susanne Watson. Así como contra los centros The Permanente Medical Group, Kaiser Foundation Health Plan y Kaiser Foundation Hospitals, donde fue tratada por disforia de género.
En la demanda, Cole alega que los centros médicos "realizaron, supervisaron y aconsejaron terapias e intervenciones quirúrgicas cuando ella tenía entre 13 y 17 años", lo que constituyó una mala praxis. El proceso al que se sometió Cole incluyó una mastectomía doble irreversible que extirpó quirúrgicamente ambos senos.
El caso de Cole es muy similar al de muchos otros niños. Desde que tenía once años recibió propaganda LGTBI a través de Internet que le hizo convencerse de una disforia de género. Con trece años, los médicos le recetaron bloqueadores de la pubertad y testosterona, lo que le provocó una serie de efectos secundarios que todavía hoy sufre: dolor en las articulaciones, densidad ósea débil y síntomas continuos de infección del tracto urinario.
Arrepentimientos severos
Según la demanda, el consentimiento firmado que se le entregó a Cole antes de recibir bloqueadores de la pubertad y hormonas "no contenía información específica sobre los riesgos de estos tratamientos" incluidos los efectos secundarios como la pérdida permanente de la fertilidad, las relaciones sexuales dolorosas, el aumento del riesgo de osteoporosis, las fracturas óseas y las ideas suicidas.
La demanda afirma que el tratamiento recibido por Chloe fue perjudicial para ella. "Chloe, ahora tiene heridas emocionales profundas, arrepentimientos severos y desconfianza en el sistema médico. Ha sufrido física, social, neurológica y psicológicamente. Sufrió mutilaciones en su cuerpo y perdió el desarrollo social con sus compañeros, que nunca se podrá revertir", agrega.
Cole afirma que su proceso de transición fue "obligado", ya que reconoce que sus padres "estaban asustados y desesperados por obtener respuestas", cuando ella les dijo por primera vez que era un niño. Su decisión de firmar la transición fue "forzada bajo presión extrema".
La demanda alega que la "coaccionaron" los médicos para que hicieran la transición diciéndole que corría un alto riesgo de suicidio si no lo hacía. "Los acusados informaron a Chloe y a sus padres de que la disforia de género no se resolvería a menos que hiciera una transición médica para parecerse más a un hombre", dice la demanda.
Terrible ultimátum
Según Cole, los médicos dieron un "ultimátum" a sus padres: "¿Preferirías tener una hija muerta o un hijo vivo?". Después de someterse a una mastectomía doble que le extirpó quirúrgicamente ambos senos, los "problemas de salud mental y tendencias suicidas empeoraron significativamente", afirma la demanda. La mastectomía cortó las terminaciones nerviosas en sus senos y causó efectos secundarios permanentes. Todavía tiene complicaciones de la cirugía, dos años después.
Pero lo que Cole más lamenta es cómo le quitaron "la belleza de la maternidad" a una edad en la que no podía comprender lo que esto suponía. La demanda dice que la joven "está devastada porque nunca podrá amamantar a un bebé". La joven y sus abogados estiman los daños en unos 700.000 dólares.
Aquí puedes ver el testimonio de especialistas y víctimas de la ideología LGBTI.
En una entrevista reciente, Dhillon, uno de sus abogados, calificó lo sucedido a Chloe como "negligencia médica" y "mutilación". "Queremos saber si otras personas han tenido también estos problemas. Tenemos la intención de acabar con estas prácticas bárbaras y antinaturales", dijo Dhillon.