Entre 1977 y 1981, un equipo de 31 físicos, químicos, anatomo-patólogos e ingenieros procedentes de importantes universidades y laboratorios de Estados Unidos (ver aquí sus nombres y cargos) pusieron en marcha el Proyecto de Investigación sobre el Lienzo de Turín [STURP, Shroud of Turin Research Project], al que consagraron más de ciento veinte horas de obtención de pruebas. Al fotógrafo Vernon Miller se le confió en 1978 la captura de negativos de la Sábana Santa con la máxima definición posible para facilitar los estudios. Sus fotos se convirtieron enseguida en las imágenes más conocidas de la Sábana Santa.
Miller quiso siempre que ese material se pusiese a disposición general en toda su extensión, algo que finalmente se ha conseguido a través de un nuevo portal, Shroud Photos, que las ofrece todas ellas en alta calidad, incluso las logradas con luz ultravioleta. Es la primera vez que se reúne de forma digitalizada y organizada todo este material.
La Sábana Santa es un negativo fotográfico perfecto, un sello prácticamente irrebatible de su autenticidad.
Esas fotos de 1978 sucedían a las de Secondo Pia en 1898 (las más importantes, porque fue cuando, al descubrirse que eran un negativo fotográfico, las manchas de la Sábana Santa adquirían todo su sentido y belleza) y de Giuseppe Enrie en 1931.
Miller era un fotógrafo célebre, que trabajaba en el Instituto Brooks de Fotografía de Santa Bárbara (California), uno de las academias de formación más prestigiosas del mundo, desde su fundación en 1945 hasta su cierre en 2016.
Una de las obras sobre la Sábana Santa a las que prestó sus fotos Vernon Miller: El lienzo misterioso.
La colección consta de 199 fotografías estructuradas en siete categorías y pueden descargarse libremente (aunque solo utilizarse bajo licencia) en una calidad extraordinaria que permite apreciar detalles con gran precisión.
Las conclusiones de la investigación
El informe final del STURP se dio a conocer en 1981. Éstas fueron sus conclusiones oficiales:
"Sobre las fibras no se han encontrado ni pigmentos, ni pinturas, ni tintes o manchas. La radiografía, la fluorescencia y la microquímica de las fibras confirman que no es posible que la imagen fuera realizada con pintura.
»La evaluación ultravioleta e infrarroja confirma estos estudios. El reforzamiento de la imagen por ordenador y el análisis mediante un aparato conocido como Analizador de Imágenes VP-8 demuestran que la impronta contiene codificada información única y tridimensional.
»La evaluación microquímica no ha descubierto que se hubiera formado por especias, ni aceites, ni otras sustancias bioquímicas que produzca el cuerpo en vida o después de la muerte. Está claro que hubo un contacto directo de la Síndone con un cuerpo, lo cual explica ciertas características como las marcas de la flagelación y la sangre. Sin embargo, aunque este tipo de contacto puede explicar algunas características del torso, es absolutamente incapaz de explicar la imagen del rostro con la alta resolución que muestra la fotografía.
En primer término, a la izquierda, Raymond N. Rogers, del Laboratorio Nacional de Los Álamos, examina el lienzo. Foto: Barrie M. Schwortz, Linteum.
»El problema científico consiste en que algunas explicaciones que podrían ser válidas desde el punto de vista de la química, son imposibles para la física. Por el contrario, ciertas explicaciones físicas que podrían resultar atractivas son imposibles de sostener por la química. Para llegar a una explicación adecuada de la imagen de la Síndone, ésta debe ser aceptable científicamente desde el punto de vista de la física, la química, la biología y la medicina. En este momento, este tipo de solución no se ha logrado a pesar de los grandes esfuerzos realizados por el equipo de la Síndone. Tampoco los experimentos físicos y químicos con lino antiguo han reproducido adecuadamente el fenómeno que presenta la Síndone.
»El consenso científico es que la imagen es resultado de algo que provocó la oxidación, la deshidratación y la conjugación de la estructura de los polisacáridos de las microfibras del lino. Estos cambios pueden reproducirse en el laboratorio con ciertos procesos químicos y físicos; se puede obtener un cambio semejante en el lino con ácido sulfúrico o con calor. Sin embargo, no se conocen métodos químicos o físicos que puedan explicar la totalidad de la imagen. Tampoco puede explicar adecuadamente la imagen ninguna combinación de circunstancias físicas, químicas, biológicas o médicas.
»Como consecuencia de esto, el problema de cómo se produjo la imagen o de lo que la produjo, sigue siendo, ahora como antes, un misterio.
»Podemos concluir por el momento que la imagen de la Síndone es la de un hombre real, un hombre flagelado y crucificado. No es producto de un artista.
»Las manchas de sangre contienen hemoglobina y la prueba de albúmina de suero resulta positiva.
»La impronta sigue siendo un misterio y hasta que se realicen nuevos estudios químicos, bien por este grupo de científicos bien por otro grupo en el futuro, el problema sigue sin solución".