El 30 de enero, la OMS declaró emergencia de salud global por COVID-19, cuando todas las provincias de China tenían ya infectados. Cincuenta días después, las Academias de Ciencias Pontificias emitieron un comunicado (el viernes 20 de marzo) señalando errores y 5 campos a mejorar en la lucha contra el coronavirus a nivel global, que pueden ser especialmente útiles en países que ahora empiezan a afrontar este desafío.
Publicaron esta declaración una veintena de científicos que, por designación papal, pertenecen a la Pontificia Academia de las Ciencias y la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales.
Las 5 áreas a mejorar son:
- la respuesta temprana ante el virus (muchos países aún están a tiempo)
- el apoyo a los científicos
- la protección específica a la población más vulnerable
- una mejor conexión e interdependencia a nivel internacional
- y una mayor compasión
Los científicos de ambas academias pontificas dan gracias a los sanitarios por su “máximo servicio”. Según la declaración, todos los países que aún están a tiempo deberían centrarse en realizar una acción temprana que fortalezca los sistemas de salud, especialmente con la mejora de procedimientos de advertencia.
Estos expertos constatan que muchos gobiernos, instituciones y medios de comunicación no han logrado dar una respuesta adecuada ante la pandemia. Su nota pide más participación de la sociedad civil, acciones de distribución en comunidades locales y mejorar las tecnologías de comunicación (para reducir el contacto físico).
“Es de vital importancia adelantarse a la curva para enfrentar tales crisis globales. Hacemos hincapié en que las medidas de salud pública deben iniciarse inmediatamente en todos los países para combatir la continua propagación de este virus. Se debe reconocer y actuar sobre la necesidad de realizar pruebas a gran escala y se debe poner en cuarentena a las personas que dan positivo al COVID-19, junto con sus contactos cercanos”, dice el comunicado.
Investigar las enfermedades que saltan de animales a humanos
El apoyo a los científicos debería servir para investigar más cómo las enfermedades saltan de los animales a los seres humanos. Eso podría requerir que muchos países cambiaran sus sistemas de producción animal.
Aprovechan para pedir, en general, más inversión en investigación básica. “Fortalecer la investigación de ciencias básicas, fundamentales o puras mejora la capacidad de detectar, responder y, en última instancia, prevenir o al menos mitigar catástrofes como las pandemias. La ciencia necesita un mejor financiamiento a nivel nacional y transnacional, para que los científicos tengan los medios para descubrir los medicamentos y vacunas adecuados. Las compañías farmacéuticas tienen la responsabilidad clave de producir esos medicamentos a escala, si es posible”, dijeron.
Estos expertos alertan también de que algunas respuestas a la pandemia pueden llegar a perjudicar la producción y distribución de alimentos, dañando especialmente a los más pobres.
También dijeron que “las pandemias representan una amenaza para los millones de refugiados, migrantes y desplazados forzosos”, por ello, imploraron a la comunidad global que “intensifiquen los esfuerzos para proteger a los más vulnerables entre nosotros”.
Aunque la gente se encierra en sus casas y los países cierran fronteras, las asociaciones y organizaciones internacionales deben ser capaces de trabajar en red a nivel mundial, señalaron. “Las fronteras nacionales no deben convertirse en barreras que obstaculicen la ayuda entre las naciones. Los recursos humanos, los equipos, el conocimiento sobre las mejores prácticas, los tratamientos y los suministros deben de compartirse”, dijeron.
Los expertos de las academias pontificias señalan que en este contexto tan duro la compasión y la solidaridad también deben fortalecerse y apuntan que las iglesias y otras comunidades religiosas harán una contribución valiosa. “Una lección que el virus nos está enseñando es que la libertad no se puede disfrutar sin responsabilidad y solidaridad. La libertad divorciada de la solidaridad genera un egoísmo puro y destructivo. Nadie puede triunfar solo. La pandemia de COVID-19 es una oportunidad para ser más conscientes de la importancia de las buenas relaciones en nuestras vidas”, concluyeron.