Mucho se había especulado sobre la real apariencia del primer santo mulato de América. Se creía que tenía el rostro delgado y hasta la nariz ancha. 

El rostro que usted aprecia correspondería al 85% del retrato original de quien fue el santo de la escoba. Su aspecto envejecido responde básicamente a su avanzada edad: 60 años en promedio, cuando falleció.

Sobre sus características físicas, hoy se sabe que Martín de Porras Velázquez (1579 - 1639) tenía la piel oscura como su madre, el cabello prieto, la frente amplia, el mentón cuadrado, los pómulos un poco pronunciados y la nariz lineal.

"Pese a ser hijo de una africana, San Martín de Porres tenía rasgos finos. Eso nos llevó a investigar las regiones del norte de África donde sus pobladores presentan las mismas características, y con ello concluimos que uno de sus ancestros, ya sea abuelo o bisabuelo, ha debido de ser de dicha zona", detalló Jesús Quiroz, odontólogo forense y perito en criminalística de la Universidad San Martín de Porres que participó en el proceso de la reconstrucción.

La razón por la que la imagen revelada refiere solo al 85% del rostro real es porque los análisis odontológicos, antropológicos forenses y la digitalización en 3D por fotogrametría realizada se basan en las tomografías computarizadas tomadas al cráneo exhumado del santo mulato.

"El color del cabello, la forma del mismo, así como el color de sus ojos y la forma de sus orejas han sido determinados por los relatos existentes. Un estudio genético futuro podrá señalar con un 92% de certeza si San Martín era así. Quizá tenía los ojos verdes y no lo sabemos", añadió Quiroz.

Si bien la imagen revelada en el convento de Santo Domingo difiere del retrato común difundido a lo largo de los años, sí guarda similitud con la única pintura del fraile conservada en el mencionado templo y que data del siglo XVII.


Retrato de Fray Martín de Porres del siglo XVII en los dominicos de Lima

La reconstrucción de los rostros de San Martín de Porres, Santa Rosa y San Juan Masías inició el 2 de agosto con la exhumación de sus cráneos.

Este trabajo lo realizó la Universidad Inca Garcilaso de la Vega (www.uigv.edu.pe), el equipo brasileño de Antropología Forense y Odontología Legal, la Sociedad Peruana de Odontología Legal, Forense y la Universidad San Martín de Porres.