El Instituto Andaluz Universitario de Geofísica y Prevención de Desastres Sísmicos, con sede en Granada, ha sido recientemente reconocido con la Medalla de Andalucía de la Investigación, la Ciencia y la Salud.
En Instituto de Geofísica de la UGR aglutina en la actualidad a diversos grupos de investigación, con recursos y medios siempre limitados para avanzar en el conocimiento, el desarrollo y la innovación en estos campos. Este centro destaca por su innovación en campos de la geofísica y la sismología, y en la prevención de desastres sísmicos y volcánicos.
Este instituto Andaluz de la Universidad de Granada ha creado y mantiene -entre otras cosas- la Red Sísmica de Andalucía y proporciona información al Servicio de Protección Civil de la Junta.
Ubicado en Granada, su germen se encuentra en el Observatorio de Cartuja, inaugurado en junio de 1902 por los jesuitas de entonces que creían en la necesidad del diálogo entre la ciencia y la religión en una época muy revuelta.
Los jesuitas en Granada y los terremotos
La Compañía de Jesús, que ya contaba en el área de la Cartuja granadina con edificaciones tan emblemáticas como el Colegio Máximo desde finales del siglo XIX, es la responsable de la edificación, planificación científica, construcción de aparatos, creación de redes del Observatorio de Cartuja, cuya iniciativa de creación arranca en 1901.
En el año 1902 comenzaron las obras para su construcción con la colaboración del Ayuntamiento de la ciudad y la familia Osborne, inaugurándose el complejo el 2 de junio del mismo año.
El edificio, de estilo neoclásico, ha acogido desde su fundación funciones vinculadas con la observación astronómica, siendo la sede del Instituto Andaluz de Geofísica y Prevención de Desastres Sísmicos tras la ampliación realizada por los arquitectos Eduardo Martín, Luís Javier Martín Martín y Raúl Ruiz Fuentes. En la actualidad, tras una intervención de rehabilitación y adaptación, buena parte de su estructura acoge despachos del profesorado de la vecina Facultad de Filosofía y Letras.
Entre sus cometidos, el Instituto Andaluz de Geofísica se encarga del estudio de la prevención de daños ligados al fenómeno sísmico y volcánico, el mantenimiento de la infraestructura básica de investigación y vigilancia de la red sísmica, la docencia en estudios de posgrado y el asesoramiento en los ámbitos de su especialidad científica. Además, lleva a cabo proyectos de investigación y desarrolla una intensa labor divulgativa con la puesta a disposición del público de materiales como un catálogo de la actividad sísmica registrada en Andalucía.
Algunos de los miembros jesuitas del original observatorio sismológico.
El Observatorio sismológico de Granada
La creación del Observatorio de Cartuja fue una iniciativa del entonces provincial de los jesuitas de Andalucía, padre Juan de la Cruz Granero.
Los jesuitas se interesaron mucho por las observaciones sísmicas en los lejanos países que misionaban: América Central, América del Sur, China. Por ello, en los observatorios fundados por jesuitas en el siglo XIX se crearon secciones de sismología. Así, en el observatorio de Manila se instalaron los primeros sismógrafos en 1866, aunque su registro regular no comenzó hasta 1877.
Durante estos 120 años de existencia el Observatorio de Cartuja ha sufrido muchos avatares que han hecho de este centro punto de reconocimiento internacional en sus diferentes campos de investigación. Su etapa más floreciente discurre entre 1907 y 1931, casi 25 años, bajo la dirección de un hombre creativo y humano, Manuel María Sánchez-Navarro Neumann.
Uno de los telescopios del observatorio de la Cartuja.
Con ocasión de los 25 años del Observatorio, su director publicó varios trabajos, el resumen de los cuales se puede encontrar en la revista Razón y Fe (volumen 85, 1928, 59-66, 240-249). Sus estudios fueron continuados por su sucesor (1940-1966), el padre Antonio Due Rojo.
Cesión a la Universidad de Granada
Desde el año 1971, en que pasa a la Universidad de Granada, el Observatorio pasa a ser fundamentalmente un centro de investigación en sismología, siguiendo con su tarea de recogida de datos meteorológicos que le hacen poseer una de la series climáticas más completas.
Es a raíz de 1979 con la serie sísmica de Granada cuando el Observatorio tomó un nuevo impulso científico, desarrollándose el embrión de la futura Red Sísmica de Andalucía. Con una instrumentación inicial consistente en una estación sísmica cedida, se abordó el diseño y construcción de la primera red sísmica telemétrica de España, que comenzó a operar en 1983.
En el año 1989 el Observatorio de Cartuja pasa a ser la sede del Instituto Andaluz de Geofísica y Prevención de Desastres Sísmicos de la Universidad de Granada quien continua con la labor de gestión de la red sísmica implantada en el Sur de España y con sus labores de investigación científica en el ámbito de la Sismología y la Geofísica.
El taller original de sismografía del observatorio.
Manuel María Sánchez-Navarro Neumann
El jesuita sismólogo padre Manuel María Sánchez-Navarro Neumann nació en Málaga el 23 de enero de 1867 y falleció en El Puerto de Santa María (Cádiz) el 30 de enero de 1941 unos días después de cumplir 74 años. En el año 1893 obtuvo el doctorado en medicina y cirugía en la Universidad de Cádiz y ejerció la profesión médica antes de entrar en la Compañía de Jesús en 1900, cuando contaba 33 años de edad.
Tras sus estudios eclesiásticos fue destinado al Observatorio de Cartuja en 1907. En esa época tenía secciones de astronomía, sismología y meteorología. La de sismología adquirió pronto un gran impulso gracias a la labor entusiasta de Sánchez-Navarro Neumann, al ser Granada una región de gran actividad sísmica.
Era un hombre muy habilidoso para tareas manuales y construyó sus sismógrafos a partir de 1908. Al principio los registros se hacían sobre papel ahumado, pero pronto introdujo registros electromagnéticos de registro fotográfico. En 1913, Pedro M. Descotes fundó el Observatorio Sismológico San Calixto, de La Paz (Bolivia), y allí se instalaron sismógrafos "tipo Cartuja", diseñados por Sánchez-Navarro.
Las observaciones sismológicas de Cartuja se fueron publicando regularmente en los Boletines del Observatorio, en las notas sismológicas anuales y en las monografías especializadas sobre los terremotos más importantes. Sus trabajos sobre sismicidad culminan con dos estudios: Ensayo sobre la sismicidad del suelo español (en el Boletín de la Real Sociedad Española de Historia Natural, 1917, 83-108) y Bosquejo sísmico de la península Ibérica (Granada, 1920). Además de sus más de 300 artículos científicos publicó el primer texto de sismología en español: Terremotos, sismógrafos y edificios (Madrid, 1916).
La disolución de la Compañía de Jesús en España en 1932, determinó su cese como director del Observatorio de Cartuja y su exilio en Italia, Bélgica y Portugal. Regresó a su puesto de director en 1938-1939. En 1940 se retiró a El Puerto de Santa María, donde falleció.