Esta investigación ha sido posible gracias al novedoso microscopio de barrido electrónico de última generación con el que cuenta la UCAM, y que fue adquirido «para investigar en profundidad» la citada reliquia, que se custodia en la Cámara Santa de la Catedral de Oviedo, señala el presidente de la UCAM, José Luis Mendoza. Se trata de un nuevo hallazgo que no forma parte de la línea investigadora en la que está centrado el estudio, ya que lo que se busca en la muestra que se está procesando es material biológico humano.
Según señala el jefe de Sección de Histopatología Forense del Instituto de Medicina Legal Murcia, y director del Equipo de Investigación del Centro Español de Sindonología (EDICES), Alfonso Sánchez Hermosilla, se trata de otra concordancia más, "de primer orden, a unir junto con la creciente lista puesta de manifiesto por el estudio científico de estas reliquias de la Pasión atribuidas a Jesús de Nazaret".
Muestra del Sudario de Oviedo.
Como señalan investigaciones anteriores, existen varios aspectos que relacionan ambas reliquias. El Sudario de Oviedo tiene manchas de sangre humana y del grupo AB, que es el mismo grupo sanguíneo de la sangre de la Sábana Santa. Además, las manchas de sangre de éste encajan matemáticamente con las manchas de sangre de la cara de la Sábana Santa, lo que solo se explica si los dos lienzos cubrieron el mismo rostro.
La planta conocida como Helicrysum se ha utilizado desde hace miles de años con fines cosméticos en Oriente Medio; además, era usado en los enterramientos judíos durante el siglo I de la era cristiana, por lo que no es de extrañar su presencia sobre restos hemáticos de un lienzo usado para amortajar un cadáver.