El milagro se atribuye a la intercesión de los beatos franceses Louis Martín y Zélie Guerin, padres de santa Teresita de Lisieux (Alençon 1873-Lisieux 1897) y tuvo lugar poco después de la beatificación conjunta de este matrimonio. Precisamente, el milagro para beatificarlos consistió también en la curación científicamente inexplicable en 2002 de un bebé, el italiano Pietro Schiliro.
El reportaje tiene una duración de 16 minutos y contiene imágenes inéditas de la apertura y la clausura de la fase diocesana del proceso canónico del presunto milagro así como de la ciudad francesa de Lisieux.
La niña valenciana nació prematuramente el 15 de octubre de 2008 (precisamente, día de la otra Teresa, la "grande", Santa Teresa de Ávila) después de un embarazo “muy difícil”, y sufrió múltiples patologías, entre ellas, una doble septicemia y una hemorragia cerebral intraventricular izquierda grado IV.
Los padres de la niña “viendo el peligro de muerte se volvieron inmediatamente a Dios y a la Virgen y gracias a la intervención del monasterio de las Carmelitas Descalzas de Serra, empezaron una novena de oración a los beatos esposos Martín junto con la familia y los amigos”.
A partir de entonces, se produjo una progresiva recuperación de la niña, hasta su “restablecimiento asombroso, sin explicación médica alguna”, según fuentes del arzobispado.
En el proceso remitido a la Santa Sede sobre la curación “científicamente inexplicable”, testificaron un total de 18 personas, entre ellas ocho médicos. Si finalmente, tras la investigación, se aprobara el milagro, los padres de Santa Teresita serían canonizados.
Asimismo, el vídeo recoge todo el proceso y muestra el testimonio de las religiosas del monasterio de las Carmelitas Descalzas de Serra “que animaron a los padres de la niña a rezar pidiendo la intercesión de los beatos franceses ante el grave estado de salud de su hija”, han añadido fuentes de la delegación diocesana para las Causas de los Santos.
El documental ha sido enviado al rector del santuario de Lisieux y al postulador de la causa, el religioso carmelita italiano Antonio Sangalli que es el encargado de llevar a Roma y presentar en la Congregación para las Causas de los Santos toda la documentación sobre el presunto milagro y que han mostrado su agradecimiento por el trabajo realizado en el reportaje. El vídeo se puede ver en YouTube y en la web del arzobispado www.archivalencia.org y también en este artículo.
Como ya recogió ReL en la beatificación de los padres de Santa Teresita, Louis Martin Guérin, a los 20 años, era relojero, vivía en Suiza y quería ser monje, pero en el monasterio montañés del Gran San Bernardo no admitían a nadie que no supiese latín.
Zélie también intentó ingresar en las Hermanas de San Vicente, en Alençon, pero no le vieron vocación. Se conocieron en Alençon y se casaron en 1858.
Al principio querían vivir como hermano y hermana, es decir, sin mantener relaciones sexuales, pero su confesor les hizo cambiar de idea y tuvieron 9 hijos, entre ellos la hoy famosísima Teresita, patrona de las misiones y doctora de la Iglesia.
Las 218 cartas que se conservan de Zélie, de 1863 hasta su muerte en 1877, registran el ritmo de la vida con la guerra de 1870, las crisis económicas, los nacimientos y las muertes de cuatro bebés.
Misa diaria a las cinco y media de la mañana, ángelus y vísperas, reposo en domingo, ayunos en Cuaresma y Adviento... pero también bromas y juegos, y a Louis le gustaba pescar y jugar al billar.
Invitaban a pobres a comer en su casa y visitaban ancianos. Enseñaron a sus hijas a tratar a los pobres como iguales.
Zélie murió de un dolorosísimo cáncer a los 46 años. Louis quedó con cinco hijas pequeñas: Marie, Pauline, Léonie, Céline y Teresita, que sólo tenía cuatro años y medio pero siempre recordaría a su madre como una santa.
Se mudaron a Lisieux, donde contaban con apoyo familiar. Allí todas las hijas entrarían en diversas órdenes religiosas, tres de ellas en el Carmelo.
Louis murió en 1894 después de padecer una grave enfermedad mental. Muchos han propuesto su vida de santidad cotidiana como modelo para nuestra época de familias rotas y desestructuradas.
Faltaba un milagro, y el del bebé italiano Pietro Schiliro, con su informe médico de 967 páginas, sucedido en 2002 bajo el ojo atento y documentado -y, en este caso, perplejo- de la medicina del siglo XXI permitió beatificar a los Martin Guérin.
Y ahora, con el caso de la bebé Carmen, de 2008 en España, el matrimonio podría ser canonizado. Esa es la historia de curación sorprendente que cuenta el vídeo.
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