Karl Giberson (www.karlgiberson.com) es profesor universitario en Stonehill College (Washington) y autor de libros como Oráculos de la ciencia, escrito con el filósofo español Mariano Artigas, en el que ambos estudian y responden a seis personajes del nuevo ateísmo.
Giberson es físico y filósofo y uno de los principales interlocutores en el debate ciencia-religión en Estados Unidos. Cristiano protestante, se muestra crítico tanto con el evolucionismo radical como con las posturas fundamentalistas que no reconocen el papel de la ciencia.
— Parece que en la opinión pública hay una oposición entre cristianismo y evolución pero usted asegura que son compatibles. ¿Puede explicarnos esto?
— Se pueden compatibilizar con una idea muy antigua de la cristiandad: realizar una distinción entre las cosas que Dios hace directamente y las cosas que hace a través de causas segundas. Que Dios trabaja a través del mundo natural es una idea cristiana, y los cristianos agradecemos a Dios estas cosas naturales como la comida o la lluvia, pero no pensamos que Dios haya bajado del cielo para ponerlas allí.
»Que Dios actúa a través de las leyes naturales significa que Dios trabaja a través de un proceso de evolución a lo largo de un período de tiempo. Dios ha creado para que el mundo produzca la vida y para que esta vida evolucione hasta llegar a adquirir la forma que nos encontramos hoy.
»Pero no es que recurramos a Dios para explicar lo que no sabemos explicar por causas naturales. No puede entenderse a Dios como una de varias causas: no es que la electricidad haga esto y Dios haga esto otro. Él es más bien la fuente de todo lo que existe.
— ¿Qué diferencias ve en la controversia entre fe y ciencia en América y en Europa?
— El protestantismo conservador en América está muy atrasado científicamente, y es vergonzoso en los Estados Unidos ser identificado públicamente como cristiano, porque para muchas personas eso significa que rechazas la evolución y el Big Bang y crees que la tierra solo tiene 10.000 años, etc. Esto es por algunas características culturales de América que son muy diferentes en Europa.
»En Europa, la tradición católica tiene un papa, y así el pensamiento de los católicos puede estar informado por la sabiduría que va de arriba abajo. En el protestantismo eso no sucede. Cualquiera puede venir con cualquier interpretación, y entonces aparecen esos “emprendedores religiosos” que difunden ideas acerca de que la comunidad científica es atea, antirreligiosa o que está en una conspiración para esconder la verdad de la Biblia. Hay miles de personas en Estados Unidos que han rechazado completamente la ciencia por estas razones y que no escucharán nada de lo que la comunidad científica diga. Sé que esto no está completamente ausente en Europa, pero es tal minoría que realmente marca una gran diferencia cultural entre Europa y América.
— ¿Existe en América la idea de que no se puede ser buen cristiano y buen científico al mismo tiempo?
— Sí, existe ese prejuicio y está muy extendido. Pero en las encuestas a científicos aparece que una gran parte de ellos cree en Dios. Pensar que no puedes hacer buena ciencia si crees en Dios es falso, y lo sabemos porque vemos a personas que creen en Dios y hacen buena ciencia.
»En estas culturas en las que hay una tensión entre fe y ciencia puede ser difícil decidir si quieres ser o no identificado públicamente con una comunidad cristiana en particular por la manera en que es vista por tu comunidad científica. Yo intento ser miembro de la comunidad científica y ser fiel al modo científico de ver el mundo, pero a la vez también quiero ser un cristiano y en círculos protestantes evangélicos es difícil ser ambas cosas. Esto puede crear una alienación de la religión.
— ¿Cree que esos prejuicios son contra las religiones en general o contra alguna confesión en particular?
— Muchas de las personas que tienen más prejuicios no quieren ver de cerca las diferencias entre unas confesiones y otras. Por ejemplo, Richard Dawkins dice que si eres cristiano, crees en serpientes que hablan, y que el único modo de ser cristiano es creer en el relato del Génesis de modo literal y sin considerar qué tipo de libro es; pero no está dispuesto a reconocer que dentro del cristianismo hay protestantes y católicos y evangélicos y muchos otras ramas de la cristiandad con sus propias características. Pienso que si vas a hacer una afirmación acerca de lo que los cristianos creen, deberías verificar que los cristianos de los que hablas realmente creen en eso.
— ¿Los no creyentes valoran los esfuerzos de algunos cristianos en crear puentes entre ciencia y religión?
— No queremos simplificar el ateísmo de la misma manera en que no queremos que ellos simplifiquen el cristianismo. Muchos ateos están disconformes con Richard Dawkins y de alguna manera rechazan sus métodos. Hay un grupo de ateos muy mediáticos que incluye a Christopher Hitchens, Dawkins, Steven Weinberg, etc., para quienes la religión, en cualquiera de sus formas, –con especial énfasis en el islam militante– es mala. Buscan acabar con la religión porque creen saber que al final la ciencia ganará y hay que seguir en la lucha hasta lograr ese objetivo.
— ¿Nos perdemos algo si intentamos explicar todo con la ciencia?
— Es peligroso intentar explicar todo con la ciencia porque dejas de lado las cuestiones que no tienen una explicación científica pero son reales. Esta tendencia te lleva a identificar lo real solo con lo que puede ser demostrado científicamente.
»Un ejemplo de esto es el estudio de la conciencia humana. La ciencia ha estudiado el cerebro y ha avanzado mucho sobre esto, pero no ha mostrado lo que es en realidad la conciencia humana; esa experiencia real, íntima, profunda y personal de la conciencia, esa interacción tan profunda con el mundo y tan rica, que puede ser el amor a una persona, o un niño con quien juegas…
»Hay experiencias humanas increíblemente ricas y los neurocientíficos te dicen: “En realidad, todo son neuronas que se organizan en este patrón particular y no hay más”. Y tú piensas: “Bueno, esto no lo siento como un montón de neuronas, me parece que hay algo más que eso”. Este es un ejemplo de cómo la ciencia ha fallado en iluminar ciertos tipos de fenómenos. Además, tampoco hay ninguna prueba de que el método científico pueda explicar todas las cosas.
— Algunos dicen que la solución para evitar choques entre ciencia y fe es asumir que son campos separados y que nunca deben entrar en contacto. ¿Qué piensa usted?
— Este es un punto de vista que se hizo famoso por Stephen J. Gould, que intentaba ser un pacificador entre ciencia y religión. Creo que como un punto de inicio, siempre deberíamos empezar ahí, y poco a poco ir viendo que esta manera de enmarcar la discusión es demasiado simple, que de hecho no existe tal cosa que sea “ciencia”: hay química, hay física, pero ¿qué es la ciencia? Es el nombre que le ponemos a una colección de saberes.
»Con la religión sucede lo mismo: la religión incluye muchas religiones diferentes, incluye la práctica religiosa, la historia de las religiones, incluye eventos en el pasado que se interpretan de manera religiosa, incluye ética y moral. Si tomas ese círculo que se llama ciencia y el que se llama religión y lo divides entre todas esas cosas que abarcan, hay muchas intersecciones.
»La ciencia y la religión son actividades humanas diferentes pero entran en contacto en cuestiones como la ética y la evolución, aunque en muchos otros aspectos sean independientes. Debería haber un diálogo entre ambas, es una de las conversaciones culturales más importantes que tenemos que tener.