Los obispos católicos de Escocia han emitido este lunes 16 de enero un comunicado para defender la libertad de creencias en una sociedad libre. Respondiendo así a la pronunciación del grupo de expertos del Parlamento local para "poner fin a las prácticas de conversión" homosexual.
"La Iglesia es sensible a la experiencia de las personas homosexuales. Deben ser recibidos con compasión, especial cuidado y apoyo. La Iglesia apoya la legislación que protege a las personas del abuso físico y verbal. El comité de expertos, sin embargo, busca ampliar el alcance de dicha legislación de una manera que es preocupante para la libertad de religión y expresión", apuntan los obispos.
Fin de la labor pastoral
Los prelados piden que se respete el derecho de las religiones a transmitir sus propias creencias. "Un pilar fundamental de toda sociedad libre es que el Estado reconozca y respete el derecho de las entidades y organizaciones religiosas a ser libres para enseñar la plenitud de sus creencias. Así como de apoyar, mediante la oración, aconsejar y otros medios pastorales, a los miembros que deseen vivir de acuerdo con esas creencias", relatan.
"Las conclusiones del grupo asesor de 'expertos' del gobierno escocés sobre 'Poner fin a las prácticas de conversión' son muy preocupantes. Si se aceptan, se prohibiría el cuidado pastoral, la oración, la orientación que hagan los padres y los consejos relacionados con la orientación sexual", comentan.
Para los obispos, las propuestas de los expertos acabarían con la labor básica de cualquier sacerdote o laico. "Estas propuestas, si son aprobadas, criminalizarían el cuidado pastoral convencional, la orientación de los padres y la intervención médica relacionada con la orientación sexual", señalan.
"Se podría criminalizar la enseñanza de la Iglesia sobre la creación de la persona como hombre y mujer y el significado del sexo dentro del matrimonio. Cualquiera que proponga esta enseñanza se enfrentaría a sanciones. Esto se aplicaría incluso si la persona tiene estos problemas y quiere ser ayudada para seguir las enseñanzas de la Iglesia. Esta ley diría que no pueden dar su consentimiento a esta enseñanza", advierten.
Los obispos enumeran las amenazas que supondría esta propuesta de ley. "A los sacerdotes se les podría prohibir trabajar, la Iglesia podría perder su estatus de organización benéfica y los maestros podrían perder sus trabajos. El futuro de las escuelas católicas estaría en el aire y los niños podrían ser arrebatados a sus padres. Sólo los padres tienen derecho a aconsejar y orientar a sus hijos en tales materias", exponen.
Aquí puedes ver un documental sobre la postura de la Iglesia en temas como la homosexualidad.
"Recordamos las palabras del Papa Francisco: 'Existe el riesgo de caer en lo que cada vez más parece un totalitarismo ideológico que promueve la intolerancia hacia quienes disienten de ciertas posiciones. Se pretende representar 'progreso', pero se conduce a una regresión general a la humanidad, con la violación de la libertad de pensamiento y la libertad de conciencia", concluyen los obispos escoceses.