Durante más de 55 años, las administraciones en EEUU han detectado que los hijos de minorías latinas y negras, otros migrantes y la población de menor nivel cultural y económico tienen mayores índices de fracaso escolar, y por lo tanto, social.
Para reducir este fracaso, se ha buscado reducir la llamada "diferencia de oportunidades" [opportunity gap], que se centra en factores "externos" a la familia y la persona: mejorar la nutrición, conocer el idioma inglés, tener más acceso a ordenadores, invertir más dinero en las escuelas...
Pero a inicios de 2020, William Jeynes, Profesor de Educación en la Universidad Estatal de California, Long Beach, que ha sido asesor en 3 administraciones presidenciales, después de un metaestudio repasando 30 estudios previos, llega a la conclusión de que lo que de verdad logra éxitos en la escuela para los chavales son 2 cosas muy concretas que son previas y anteriores a la escuela:
- que los niños crezcan con su padre y su madre naturales en casa (con ambos juntos)
- que ellos y sus familias se declaren religiosos, y lo demuestren acudiendo regularmente a la iglesia o a otro lugar de culto
William Jeynes explica los resultados de su metaestudio en un artículo de divulgación en The Public Discourse.
William Jeynes es un experto investigador sobre fracaso educativo y políticas educativas, asesor en tres administraciones presidenciales en EEUU.
Lo mejor para un niño: familia unida y práctica religiosa
"Realicé recientemente un meta-análisis de 30 estudios que examinan intentos por reducir la "diferencia de logros" ["achievement gap"]. Un meta-análisis combina estadísticamente todos los estudios relevantes sobre un tema particular para determinar los resultados sumados de la investigación. Mi meta-análisis es el primero que se publica que examina los factores que más reducen esta "diferencia de logros". El meta-análisis da resultados que sorprenderán a muchos: las variables que más reducen la 'diferencia de logros' son la familia y la fe", escribe Jeynes.
Un primer factor es que un niño crezca con su padre y su madre, ambos, en casa. "Aún es bastante inusual que un niño blanco nazca fuera del matrimonio -un 28% de posibilidades- pero es común que un estudiante afroamericano venga de una familia de un solo progenitor -un 69% de posibilidades", escribe Jeynes.
"Las investigaciones de Dick Carpenter, Al Ramírez y Laura Severn encontraron que las diferencias causadas por factores familiares eran a menudo más grandes que los causados por la raza. Hay una frase vieja ya entre los que se dedican a las Ciencias de la Familia que dicen que cuando un caucasiano [blanco, de origen europeo] viene de una estructura familiar con un único progenitor, o de una familia reconstituida, pierde las ventajas de ser blanco", escribe Jeynes.
Cuando los dos padres conviven ambos, juntos, con sus hijos, también les prestan más atención y se implican más. "Son cosas interrelacionadas: cuando los dos están presentes, se maximiza la frecuencia y calidad de la implicación de los padres. Por supuesto, hay muchos padres solos muy dedicados".
"Sin embargo, la realidad es que cuando un padre tiene que realizar los roles y funciones de dos, es simplemente más difícil que cuando los dos están presentes. A menos que mejoremos la estabilidad familiar, y con ello la implicación de los padres, la diferencia de logros se mantendrá en las próximas décadas", escribe el estudioso.
Ir regularmente a la iglesia y declararse muy religioso
El otro gran tema que influye de verdad en el éxito estudiantil es tener una alta religiosidad. "Acudir regularmente a la iglesia, o a otro lugar de culto, y definirse a uno mismo como muy religioso, aporta la reducción más significativa en la diferencia de logros", escribe. ¿Por qué es así? Jeynes sospecha que, simplemente, "la fe puede dar a una persona un sentido de propósito en la vida y un estilo de vida disciplinado que apoya el éxito académico".
"Quizá lo más significativo que reveló el meta-análisis es que si un estudiante latino o afroamericano era una persona de fe y venía de una familia con sus dos padres biológicos, la diferencia de logros desaparecía totalmente, incluso si se tenía en cuenta el estatus socioeconómico. Otros estudios han confirmado que la gente de fe lo hace mejor en la escuela por un margen bastante considerable", escribe Jeynes, recomendando, por ejemplo, el estudio de Ilana Horowitz de la Universidad de Stanford.
"Numerosos estudios de investigación han concluido que los factores familiares son mucho más importantes que los escolares en los logros", añade el autor.
"Con todos los miles de millones de dólares que se han vertido en reducir la diferencia de logros con éxitos apenas marginales, reconocer -y trabajar para mejorar- los factores de familia y de fe sería mucho más efectivo", insiste.
Hijos que crecen con sus padres y van a la iglesia... una fórmula ganadora, dice la sociología.
Apoyar las iniciativas escolares favorables a la fe
El investigador propone que el Departamento de Educación de Estados Unidos adopte más iniciativas "faith friendly" (favorables a la fe).
"Primero, debe considerar políticas más contundentes para promover un programa de elección de escuela que incluya a las escuelas privadas. Esto animaría el crecimiento de escuelas privadas religiosas. Segundo, debería clarificar y ampliar las líneas de libertad religiosa en la escuela pública ya lanzadas por la administración Clinton en 1995 y actualizadas por la administración G.W.Bush en 2003", especifica.
Durante 55 años, protesta, se ha empleado otra estrategia sin eficacia.
"Hay una tendencia entre muchos académicos a intentar de nuevo una iniciativa antigua que no ha funcionado especialmente bien y fingir que es un nuevo esfuerzo, simplemente por ponerle un nuevo nombre", denuncia Jeynes.
Al final, recuerda, lo que importa de verdad para ayudara los niños es la decisión de sus padres de permanecer juntos para criarlos, implicarse en ello y mantenerse disciplinados y comprometidos también en una vida de fe.
Todo lo que favorezca esta línea, ayudará a los niños de cualquier país.
(Publicado originariamente en ReL en febrero de 2020)