Las últimas ostensiones de la Sábana Santa de Turín, en 2000 y en 2010, duraron cuarenta días y recibieron cuatro millones de visitas. La del próximo 30 de marzo durara sólo una hora, pero la transmisión por mundovisión de la señal de la RaiUno multiplicará las posibilidades de rezar en todo el mundo ante el la tela que envolvió el cuerpo de Jesucristo.
La iniciativa se presentó este viernes en el seminario dicoesano de la capital piamontesa, cerca de la catedral donde se custodia el lienzo. El arzobispo de Turín y custodio de la Sindone, Cesare Nosiglia, afirmó que la exposición es parte del Año de la Fe y un instrumento de la Nueva Evangelización en cuanto se vale de los medios tecnológicos para llegar más allá del círculo de los creyentes.
Se trata, informa L´Avvenire (diario de la conferencia episcopal italiana) de una idea que surgió el verano pasado y fue aprobada por Benedicto XVI, pues por voluntad del rey Humberto II de Saboya es la Santa Sede su propietaria. La fecha elegida no es casual: en su visita de 2010, el Papa Ratzinger la denominó "icono del Sábado Santo", en cuento testigo del Cristo muerto y del silencio en que cayó el mundo hasta la Resurrección.
"Hay que escuchar la voz de la Sindone", proclamó monseñor Nosiglia, "escuchar su silencio elocuente, llenar nuestro corazón de una fe que pueda transformar la contemplación de la Sábana Santa en un canto de alegría y un aleluya pascual".
La última ostensión televisiva de la tela tuvo lugar en 1973, promovida por el cardenal Michele Pellegrino, justo en los años en que se promovió su estudio científico por la NASA que permitió descubrir hechos sorprendentes como el carácter tridimensional de las señales de la sábana (eso es, su intensidad proporcional a la distancia al cuerpo), algo inexplicable e imposible si se tratase de una obra de mano humana.
La investigación tecnológica continúa, y se está preparando una app para iPad que permite la lectura digital de la tela. Tendrá versiones gratuita y de pago y estará lista a finales de marzo.