“Recibiréis la fuerza del Espíritu Santo, que vendrá sobre vosotros, y seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra”. Esta frase que dijo Jesucristo y que recoge los Hechos de los Apóstoles la han aplicado un grupo de científicos que trabajan en el lugar más inhóspito del planeta: el centro de la Antártida.
Tal y como relata el jefe médico de la expedición, Vincenzo Di Giovanni, en una carta, la idea surgió de dos de los miembros y fue muy bien acogida por el resto. Pero, ¿qué es lo que han llevado a cabo? Un sencillo nicho clavado en el hielo y en el que están refugiados un crucifijo y una imagen de la Virgen María, habiendo entre medias de ambos una inscripción que dice “protégenos”.
En este sentido, cuenta Di Giovanni que el ícono de la Virgen María fue elegido por su “carisma neocatecumenal” y su preocupación central por el anuncio del Evangelio. La imagen colocada en el Polo Sur es el conocido icono que pintó Kiko Argüello cuyo original está en la catedral de La Almudena de Madrid.
Por ello, relatan estos científicos de la expedición italiana que ahora la base Concordia pasó a llamarse popularmente “Madre de los Glaciares eternos” pues tienen la esperanza de que “en ese lugar aislado del resto del mundo se pueda llevar el mensaje para aquellos que viajan con fines científicos incluso hasta los confines de la tierra”.
Pero antes de partir hacía el Polo Sur, hubo otra sencilla celebración en Italia. Allí el vicario general de la Diócesis de Pescara-Penne y párroco de Nuestra Señora del Fuego bendijo las imágenes sagradas que ahora hacen presente a Jesucristo y su Iglesia en este lugar.
La situación de aislamiento y las condiciones extremas hacen indispensable toda ayuda posible. Y sólo Dios y la intercesión de su madre consiguen dar el consuelo necesario en los momentos más complicados. Pero hasta “en los confines de la tierra”, el Señor no abandona a sus criaturas.
De hecho, el humor no le falta y para acabar la misiva el jefe médico afirma que si “la palabra de Dios, representada en el icono de Kiko Arguello llegó incluso al Polo Sur, creo que para propagar el mensaje "... hasta los confines de la tierra..." necesitamos a alguien a bordo de la nave espacial que vaya a Marte tras el contacto de la NASA”.