Investigadores de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Noruega (NTNU, en sus siglas en inglés) han concluido un gran estudio longitudinal que muestra que ir a la iglesia puede estar relacionado con una menor presión arterial, tanto en hombres como en mujeres.
Según aseguran los autores de la investigación, es la primera vez que se hace un estudio de esta índole en países escandinavos, no así en Estados Unidos, donde ya se había observado esta relación. No obstante, "las diferencias religiosas y culturales entre Estados Unidos y Noruega invitaban a que los resultados fuesen diferentes", explica Torgeir Sorensen.
Alrededor del 90 por ciento de la población del condado de Nord-Trondelag donde se realizó el estudio son miembros de la iglesia noruega, mientras que los estadounidenses muestran una distribución mucho más amplia en sus preferencias religiosas y éticas. En cambio, "cerca del 40 por ciento de la población de Estados Unidos va a la iglesia una vez por semana, mientras que las cifras del Condado de Nord-Trondelag es del 4 por ciento".
Pese a todo, Sorensen y su equipo aseguran que los resultados obtenidos son "casi idénticos a los de Estados Unidos", observando que "los ciudadanos religiosamente activos son más saludables que el resto". "Lo que sí está claro es que el hecho de que los feligreses tienen una menor presión arterial nos anima a seguir estudiando este tema", concluye.