Los obispos católicos de la India celebraron que el módulo de aterrizaje lunar alunizara en el polo sur este miércoles por la mañana. Una victoria para el programa espacial del país.
"El progreso realizado por nuestros científicos e ingenieros en el campo de la investigación espacial es verdaderamente encomiable y llena nuestros corazones de orgullo", dijo la Conferencia de Obispos Católicos de la India.
Vehículo propulsado por el sol
El arzobispo Andrews Thazhath de Trichur, administrador apostólico de Ernakulam-Angamaly y presidente de la Conferencia, dijo: "La búsqueda del conocimiento y la exploración no conoce fronteras y reúne a personas de todos los ámbitos de la vida, lo que refleja la unidad en la diversidad que representa la India... que estos logros sirvan como recordatorio de lo que podemos lograr cuando nos unimos con una visión compartida".
El alunizaje de la nave espacial Chandrayaan-3 marcó la primera misión con éxito de la historia al polo sur de la Luna, un sitio interesante para los científicos debido a la presencia de cantidades sustanciales de hielo.
La misión también representa una forma de redención para el programa espacial de la India, ya que un intento anterior, en septiembre de 2019, terminó en un fracaso debido a una falla en el software. El vehículo lunar propulsado por energía solar pasará dos semanas explorando las proximidades del lugar de aterrizaje, estudiando la composición química del polvo y la grava lunar.
Al igual que los obispos indios, Francisco habló en su día sobre la exploración espacial: recordando el 50.º aniversario del alunizaje en 2019, el Papa alentó a los católicos a buscar inspiración en ese gran evento para superar las injusticias.
"Ayer hizo cincuenta años que el hombre pisó la Luna realizando un sueño extraordinario", dijo entonces el Papa. "Que el recuerdo de ese gran paso para la humanidad encienda el deseo de progresar juntos hacia objetivos aún mayores: más dignidad para los débiles, más justicia entre los pueblos, más futuro para nuestra casa común", expresó.
¿A qué diócesis pertenece la luna?
Cuando ese 21 de julio de 1969 el primer ser humano puso un pie en la Luna ya se planteó la cuestión de a qué diócesis pertenecería el satélite. Una simple curiosidad, que tendría sentido si en el futuro hubiese bases estables de la NASA u de otra agencias espaciales. Algo que, por cierto, recuerda al descubrimiento de América y a la creación de nuevas diócesis en las inexploradas Indias.
Pues bien, el obispo de la Luna es (fue) William Borders (1913-2010), el primer titular de la diócesis de Orlando (Florida), creada el 2 de mayo de 1968. La gobernó hasta 1974, cuando fue trasladado a la diócesis de Baltimore. Para entonces ya estaba claro que lo de circular por territorio selenita tenía una relación coste-beneficio inasumible, más allá de sus carga simbólica.
Fue el mismo Borders quien lanzó ante Pablo VI, durante una visita ad limina, la idea: "¿Sabe, Santidad?", le dijo: "Yo soy el obispo de la Luna". Y lo justificaba con el Derecho Canónico en la mano: mientras no se crease allí una diócesis propia -algo que, por supuesto, sólo correspondía al Papa-, la jurisdicción sobre los territorios explorados le correspondía al titular de la diócesis de partida. Y Cabo Cañaveral, de donde salió el Apolo 11, formaba parte de la suya.
¿Se creará finalmente una diócesis en la Luna? ¿una para todo el satélite o habrá varias paras las diferentes zonas conocidas? Para saberlo, habrá que esperar.