Redacción:
Por Yasmín Oré
Rubiela es una mujer colombiana que reside en los Estados Unidos. Dejó el mormonismo hace unos meses después de haber pertenecido a este por 16 años. Recojo su testimonio en primera persona, en el cual nos cuenta como tomó la decisión de unirse a la secta siendo de cuna católica y cómo fue su proceso de abandono y regreso a la Iglesia.
Dejando mis raíces católicas y uniéndome a otra iglesia
Fue en el año 2001 que me convertí en mormona, es decir, miembro de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Todo empezó por curiosidad cuando le pregunté a una de mis nuevas amigas en mi vecindario a qué iglesia pertenecía y en qué creían. Ella dijo que enviaría a los misioneros a mi casa. Después de unos meses recibiendo las lecciones y ni siquiera habiendo terminado la lectura del Libro de Mormón, me bautizaron. Le pedí a Dios en oración que me guiara. No sabía si la iglesia o el Libro de Mormón era verdad, pero sentí paz después de que salí de la piscina bautismal. A lo largo de todos estos años me respondieron preguntas que satisfacían mi curiosidad como, de dónde vengo y a adónde iría después de la muerte. Sin embargo, surgieron otras preguntas al leer los libros de la doctrina de la iglesia.
Crecí en un hogar católico y aprendí mucho acerca de Jesucristo y su naturaleza divina. Cuando yo estuve en peligro, llamé Su Nombre y me salvó varias veces de ser herida en un accidente inminente que de repente se evitó. Además, Jesús me sanó en el 2000 de mi bipolaridad después de 12 años de tiempos difíciles. Mi madre me enseñó en mi niñez y juventud a orar a Dios en busca de ayuda cuando necesitaba desarrollar un talento o necesitaba luz para mi vida con respecto a la toma de decisiones. Así que cuando conocí a los misioneros, el Jesús del que hablaban, me parecía ser el mismo Jesús que yo había conocido en mi niñez y adolescencia. Sin embargo, aprendí más tarde después de unirme a la iglesia mormona que el padre de Jesús era un hombre de carne y hueso y quien se había convertido en Dios y que igual nosotros podremos convertirnos en dioses también después de pasar por el templo para sellarnos a nuestro cónyuge por la eternidad. Encontré esto incómodo, pero continué mi búsqueda de la verdad.
Mi vida como miembro SUD
Unos años después de que me uní a la iglesia, me sorprendí cuando aprendí por fuentes externas que José Smith y los primeros presidentes que lo sucedieron, llamados profetas, practicaron la poligamia. Nadie en la iglesia había hablado de eso, pero estaba allí en el libro de Doctrina y Convenios que no había leído todavía completamente. Cuando hablé con un alto líder de la iglesia en mi barrio, me dijeron que lo que encontré en Internet no era cierto y que la única razón para la práctica era ayudar a las viudas de la iglesia a tener un esposo que las apoyara. Acepté la respuesta y seguí adelante.
Quería leer todos los libros estándares de la iglesia y no pude. Mi vida se puso ocupada; tenía asignaciones en la iglesia, estaba trabajando y luego me casé con un gran hombre que conocí en el grupo de solteros. Disfruté de mis llamamientos en la iglesia en la Sociedad de Socorro y la Primaria porque tuve la oportunidad de compartir el Evangelio de Jesucristo como lo había conocido antes de volverme mormona y también tuve la oportunidad de ayudar a otros. Me sentí tan bien hablando de la vida de Jesús, sus milagros, su sacrificio en la Cruz por nosotros y su influencia en mi vida al evitarme problemas y ayudarme a sentir confiada dondequiera que yo iba.
En la iglesia, conocí a gente maravillosa que me mostró su actitud de servicio, su amabilidad y deseo de hacer lo correcto. Mi esposo también me mostró un buen ejemplo con su amor, amabilidad, lealtad, respeto, disciplina, honestidad, y muchas buenas cualidades. Él me ayudó a mantenerme en el camino cuando yo no quería asistir a la reunión sacramental y las clases algunos domingos. Comencé a sentir que tres horas eran demasiado tiempo para pasar aprendiendo todas esas cosas que podrían ser reducidas a la mitad si estuvieran más enfocadas en Jesús y en el estudio de la Biblia.
A lo largo de 16 años en que fui miembro de la iglesia, leí un par de veces el Libro de Mormón, Doctrina y Convenios, La Perla de Gran Precio, y la Biblia. Surgieron algunas preguntas a las que nadie podía darme una respuesta satisfactoria. A su vez, comencé a notar que la mayoría de las doctrinas y enseñanzas de los domingos estaban enfocadas a los profetas mormones, más que al Evangelio de Jesucristo. Aún más, casi nunca oía a un miembro decir un testimonio sobre Jesús y en cambio todo lo que oía era que el Libro de Mormón es verdad, la iglesia es verdadera, y que José Smith y Thomas S. Monson son verdaderos profetas de Dios. A menudo me encontraba queriendo decir mi testimonio de mi Salvador, su amor y lo que él hizo por mí, y así lo hice. Por otro lado, escuchaba a menudo que en el Cielo había varios grados de gloria y los únicos con el grado más alto eran los sellados (casados) en el templo. Años después me di cuenta de que los miembros tenían que pagar el diezmo completo para llegar allí, así que pensé, esto parece tratarse de una excusa para colectar dinero.
Por otro lado, noté que era difícil para mí compartir el Evangelio con otros porque era demasiado protocolo para decirle a alguien que conociera a los misioneros o hacer esto y aquello. Probé varias veces y no funcionó. Otra de las razones por las que existen los templos mormones es para hacer la obra bautismal y la confirmación como miembro de la iglesia por los familiares que ya fallecieron. Se nos enseñaba que ellos recibirían el Evangelio restaurado en el mundo de los espíritus y allá tomaían la decisión de aceptar el bautismo o no. Hice mi trabajo de la genealogía por vaios años y llegué hasta la cuarta generación pero no tuve ninguna manera de seguir encontrando más expedientes. Hice un viaje al lugar en Colombia donde mi padre y sus hermanos fueron bautizados, y no pude encontrar ningún registro. Esto me hizo pensar que estaba desperdiciando mi tiempo y que el Señor no haría las cosas tan difíciles para nosotros encontrar a nuestros antepasados y hacer el trabajo del templo por ellos. Por consiguiente, pensé que esto no iba a funcionar para mí.
Encontrando contradicciones doctrinales y miembros imperfectos
Escuchaba a los miembros decir a menudo que tendríamos el Milenio para continuar con la labor. Aun así, no tenía sentido para mí. Para ese entonces, yo ya estaba trabajando en el templo por varios años y todas las ceremonias allí no tenían mucho que ver con Cristo, y si la gente critica a los católicos por decir el rosario, esto no era nada diferente siendo 90 minutos en una sesión del templo haciendo repetitivas señales y símbolos que no entendía completamente. Con el tiempo empecé a sentirme como una marioneta sólo haciendo y diciendo cosas. Además, fue muy difícil para mí estar despierta y soportar el frío de ese lugar. Seguí sirviendo allí por varios años porque mi esposo me animó, y también creí que valía la pena hacerlo porque Dios eso esperaba de mí.
Recientemente, aprendí que la iglesia gasta mucho dinero construyendo y remodelando templos y redecorándolos. Lo pude ver en el que estaba yo sirviendo. No podía aceptar que pudiéramos hacer esto cuando pudiéramos ayudar a otras personas con educación y necesidades básicas y difundir el evangelio también. Descubrí que los templos eran demasiado vanos para mí y era difícil creer que Dios quería que tuviéramos un templo si yo ya lo había experimentado estando dentro de mí con su Espíritu Santo y respondiendo a mis oraciones en casa.
Tal majestuosidad de los templos se hizo para complacer a los hombres y la vista de las mujeres, pensé. Yo sabía que Jesús nos había enseñado acerca de la humildad y la simplicidad, así que no podía pensar en nada diferente cuando él era un Rey nacido en un pesebre. Dios es Omnipresente, y nos dio un planeta hermoso que ningún trabajo de hombres podría superar. Empecé a creer que no necesitamos templos para que Dios habite allí, porque Él está en todas partes.
Mi esposo fue tratado con cierta rudeza y desprecio por algunos líderes de la iglesia en nuestra última estaca. Él me dijo que lo que está pasando con un miembro, todos los miembros del sacerdocio lo saben, así que si alguien se mueve de un barrio a otro, los líderes se comunicarían entre ellos y tratarían a ese miembro con cierto desdén. Aún más, algunos líderes les contaban a sus esposas sobre asuntos relacionados con miembros de la iglesia a pesar de que no se suponía que lo hicieran. En la iglesia mormona todo hombre mayor de 12 años es entrevistado por un líder de la iglesia y recibe un tipo de sacerdocio llamado Aarónico y luego cuando alcanza los 18 años y califica, recibe el Sacerdocio de Melquisedec. Se nos enseña que sólo los mormones tienen el poder del sacerdocio en la tierra porque fue dado a José Smith en el siglo XIX directamente por Juan el Bautista (aarónico) y luego por los apóstoles Pedro, Santiago y Juan (Melchisedec). Se nos enseña que hubo apostasía por varios siglos donde la autoridad del sacerdocio se perdió después de que mataron a los apóstoles. Comprendí después que todo esto es parte del montaje para darle legitimidad a la iglesia mormona, pues la iglesia católica ha estado desde que Cristo la fundó y estudiando la colonización del Nuevo Mundo, los misioneros católicos estuvieron primero en Sur y Centro América y luego en Norte América donde fue muy dura su labor y muchos fueron muertos por los mismos indios y movimientos anti-católicos desde un comienzo hasta el siglo pasado incluyendo sectas como los del Ku Kux Klan. Todo esto lo vine a saber hace poco, en tanto que en la iglesia mormona se nos enseña que los pioneros mormones fueron perseguidos y tuvieron que emigrar para el occidente de los Estados Unidos.
Mi esposo era un operador aficionado de radioteléfono y quería ayudar a la iglesia en las comunicaciones de emergencia como lo hizo con el centro de mando del gobierno durante Katrina y otros huracanes. Algunos miembros se burlaban de él en las reuniones del sacerdocio cuando él no estaba presente (nos lo dijo una fuente confiable). Un par de ellos, incluyendo un alto líder, se referían a él como jugando con sus juguetes.
Mi esposo era muy profesional y apasionado en todo lo que hacía en el trabajo y en sus actividades como voluntario en la seguridad nacional, vida silvestre y pesca, y otras organizaciones. Le encantaba ayudar a otros, pero no encontró ninguna oportunidad de hacerlo en la iglesia mientras estuvo casado conmigo. Sin embargo, él decía, nada va a ocasionar que yo deje de asistir a la iglesia. Yo personalmente casi no me ofendo y si lo hago, me olvido al día siguiente. Sin embargo, viendo a mi esposo ser tratado así, me hizo pensar que deberíamos parar de ir a la iglesia en ese tiempo o mejor buscar otra sede de la misma donde no existieran ese tipo de inconvenientes.
Decidiéndome a dejar el mormonismo
Entonces, ¿por qué no abandoné la iglesia antes? Debido a que mi esposo era demasiado leal y no lo haría. Seguí asistiendo, orando y confiando en Dios para ayudarme a encontrar la verdad y mostrarme el camino. Mientras tanto, disfruté el viaje y seguí adhiriéndome a las normas y prácticas y consultando sólo el sitio en linea lds.org y las Escrituras. Por cierto, los líderes de la iglesia desalientan a los miembros a investigarla usando fuentes del exterior.
Después que mi esposo falleció, experimenté el peor dolor emocional y físico; la pérdida de un ser querido y luego el virus del Herpes Zoster sólo dos meses después. Jesús mi Salvador estuvo allí todo el tiempo y me dio fuerzas para continuar incluso después de que perdí mi casa por una inundación masiva en agosto. Estos tres eventos en cuatro meses no me quitaron mi fe y mi deseo de continuar hasta el final. Algunos miembros de la iglesia estaban allí cuando yo lo necesitaba, como algunos compañeros de trabajo también, y estoy muy agradecida por ello.
Un año y medio después que mi esposo falleció, ocurrió algo imprevisto. Había terminado de leer Doctrina y Convenios a finales del 2017 y encontré muchas secciones que no me hacían sentir que Jesús daba el mandamiento, sino un hombre que lo hacía para que otros lo siguieran. El último capítulo hablaba del mandamiento de practicar la poligamia y más de lo que me dijeron varios años antes. Esto fue demasiado para mí. Pero tan obediente como era, seguí yendo y buscando respuestas en la Biblia, así que comencé a leerla desde el principio aprovechando que el tema de la clase dominical del 2018 era sobre el Antiguo Testamento.
En la primera semana de enero tuve síntomas de la influenza (la había tenido dos veces antes y una vez terminé con neumonía), así que me quedé en cama descansando el sábado y el domingo. Yo quería seguir leyendo Génesis y no sentía mucha energía, así que encendí mi televisor y vi un video en YouTube de una de las conferencias de la iglesia. Luego apareció un video llamado "Elder Holland in The BBC", del canal “Thinker of Thoughts”. El entrevistador hizo algunas de las mismas preguntas que yo tenía, y la forma en que Elder Holland contestó si la iglesia era una secta o no, fue incómoda para mí. El siguiente video se mostró sin mi intervención, y así sucesivamente, encontré algunas respuestas que estaba buscando. Tomaba siestas, comía y descansaba. No iba a ninguna parte pues quería recuperarme pronto.
Hubo varios documentales de diferentes fuentes y no pude evitar buscar más información. Oré por eso y sentí que estaba haciendo lo correcto. Me pareció interesante que la mayoría de los videos eran de ex-mormones líderes, algunos de ellos excomulgados porque hicieron preguntas acerca de la doctrina de la iglesia o tenían su opinión publicada en el Internet. Uno de los videos explicaba la poligamia, la vida de José Smith como buscador de tesoros usando piedras mágicas. También sobre y él y su hermano Hyram convertidos en masones. Además, las diferentes versiones del Libro de Mormón, que es el libro más corregido de la historia (la primera versión decía que José Smith era el autor). También hablaba de la falta de evidencia histórica de ese libro en contraste con la que hay sobre la Biblia
Seguí viendo documentales y usando las fuentes de la iglesia que tenía en casa y me enteré sobre la naturaleza de Dios el Padre y Jesucristo. Uno de los primeros Profetas dijo que el Padre bajó a la tierra y se acostó con María para concebir a Jesús. También, conocí sobre el origen de los templos mormones, el vínculo entre esos y los símbolos masónicos en el que está ubicado en Salt Lake City. Además, las sesiones del templo se derivan de rituales masónicos. Yo sabía de esto porque mi esposo era miembro de la logia masónica y me explicaba algunas cosas acerca de sus prácticas, ya que son una sociedad secreta, pero a él le enseñaron los líderes tanto mormones como masones, que aquellas procedían del templo de Salomón. Por cierto, las ordenanzas del templo fueron cambiadas varias veces para agradar a los miembros, así que,¿fue una revelación de parte de Dios? ¿Cómo el Libro de Mormón rechaza combinaciones secretas y la iglesia practica algunas en sus templos?
Los documentales también mencionaron el veto al sacerdocio para los hombres negros por más de un siglo y la razón por la cual fue descontinuado fue por exoneraciones fiscales que la iglesia estaba a punto de perder si no descontinuaba la discriminación racial.
Durante esos días de enfermedad me iba a trabajar y me quedaba en mi escritorio haciendo mi mejor esfuerzo. Por las tardes, seguía viendo más videos y confrontándolos con las escrituras y los libros que tengo de la iglesia. Pude confirmar todas las contradicciones y la falta de coherencia en su doctrina. Hice esto durante tres semanas y no fui a ningún lugar sino a mi oficina. Luego sentí más energía y la congestión se fue, así que comencé a leer más la Biblia y ver más vídeos en línea.
Miré el directorio de los miembros de mi estaca y encontré la dirección de correo electrónico de mi obispo. Le envié un mensaje a su buzón la segunda semana de enero para hacerle saber que no volvería a la iglesia, pero no tuve respuesta. En la segunda semana de febrero, envié una carta de renuncia a la sede principal de la iglesia en Utah y varios días después, recibí correspondencia de ellos diciendo que remitieron mi carta a mi presidente de estaca para que se ocupara de eso. Varias semanas después recibí una carta de la casa matriz de la iglesia confirmando la desvinculación de mi nombre de los registros de la iglesia. No hubo ningún intento de comunicación hacia mí de parte de los líderes locales, lo cual me sorprendió aunque eso era lo que yo quería pues no quería tener ningún tipo de influencia a volver a la iglesia o ser llamada a su corte. En este último caso, muy probablemente me hubieran sometido a un interrogatorio para luego excomulgarme y hacerme salir haciendo parecer que yo era la culpable por cuestionar a los líderes y profetas de la iglesia.
Como en cualquier cosa que he vivido a lo largo de mi vida, aprecio lo que he aprendido en el proceso. Ser mormona aumentó mi deseo de aprender más y estar más cerca de Jesucristo. Él fue la única razón por la que me uní a la iglesia porque me dijeron que era su iglesia y yo quería más de lo que ya sabía en el 2001. Durante mi membresía, fue difícil para mí pensar que la iglesia no era de Dios porque conocí a mucha gente buena. Además, los altos estándares que seguimos han sido muy importantes para mí. Más que una iglesia, era como una escuela para mí. Incluso expresé mi testimonio varias veces acerca de su veracidad porque pude ver mucha bondad entre sus miembros.
Al reconectarme con Jesús durante los meses siguientes a través de la oración, leyendo la Biblia y cantando canciones cristianas enfocadas a Él, me he sentido libre, feliz, y aún más humana. Durante muchos años llevé una bolsa en la espalda llena de piedras, cada una representando una pregunta sin respuesta y me sentí como que no podía cargarlas más esta vez. Dios me mostró que ese no era el camino. Después de haber hecho milagros en mi vida sin ninguna intervención humana quiero compartir sus buenas noticias.
Por favor, no me creas y haz tu propia investigación antes de sacar tus conclusiones o juzgarme. Tal como mi madre me enseñó en mi juventud, estoy diciendo la verdad de lo que aprendí, lo que pienso, lo que veo, lo que quiero, lo que valoro, lo que creo, y lo que amo. Estoy honrando a mi madre al no dejar que nadie tenga influencia en mi vida sin orar a Dios y pedir que su Espíritu Santo me guíe.
El velo se levanta para mí ahora, este es mi proceso, y sólo Dios tiene la autoridad para pedirme que no lo publique. Lamento mucho si lo que he dicho ha herido tus sentimientos, pero tienes la opción de sentirte mal o validar lo que estoy diciendo. Sólo quiero que sepas que amo a Jesús, el que conocí en el Nuevo Testamento, el que me lleva a nuestro Padre, el que murió por mí en una cruz y hace mi vida tan fácil, simple, y tan significativa al mismo tiempo.
Jesús dijo, la verdad os hará libres. Él ha tomado su tiempo para mostrarme otras cosas, así que no me sorprende que tomó 16 años llevarme a través de este proceso en la iglesia mormona. Amo a los miembros que he conocido, y haría todo lo que pudiera para servirles, pero no quiero discutir sobre esto porque mi decisión vino después de que pasé tiempo investigando, meditando y orando.
Volviendo a casa como una hija pródiga
En junio del 2018, unos meses después de renunciar a la iglesia mormona, uno de mis hermanos falleció y tuve la oportunidad de acompañar a mi madre a una de las misas que se ofrecieron por él. En ese momento aún no había contemplado la posibilidad de volver a la iglesia católica pues aún tenía en mi cabeza lo que nos repetían constantemente en la iglesia mormona de ellos ser los únicos que tienen la verdad completa y el poder del sacerdocio. Había decidido quedarme sin asistir a ninguna iglesia y más bien dedicar mi tiempo a leer la Biblia y profundizar más en ella.
Uno de mis hermanos terminó sus estudios en un seminario de Belice pero decidió no ordenarse y volver a Colombia hace más de 10 años. En una de nuestras conversaciones por el Whatsapp le conté sobre mi decisión de salirme del mormonismo y él me sugirió conseguirme una imagen de la Virgen Maria y reflexionar sobre ella quien me llevaría donde su hijo Jesus. Así lo hice y puse una imagen en la pantalla de mi telefono. Cuando regresé de Colombia tomé la decisión de ir a la misa en la parroquia más cercana y me sentí como la hija pródiga que vuelve después de haber salido a buscar cosas que ya tenía en casa. Seguí asistiendo y cuando fui de visita a Colombia me confesé con el sacerdote de la parroquia de mi barrio. Al yo decirle por qué me había ido de la iglesia para volverme mormona y por qué había regresado a la iglesia católica, él me dijo, "la fiebre del enfermo no está en las sábanas, usted debe buscar dentro de usted misma y no en los demás". Luego me absolvió y cuando regresé a los Estados Unidos comulgué otra vez después de unos 20 años de haberlo hecho la última vez. Seguí asistiendo a misa y en cada comunión sentía que mi espíritu empezaba a tener un brillo por dentro y a sentirme más compasiva, más sencilla y más feliz. Un par de veces salieron lágrimas de mis ojos cuando estaba arrodillada después de la comunión. Podía conectarme más fácilmente con las personas en mi trabajo y tener mejor comunicación. Empecé a rezar el rosario todos los días aunque reducido mientras manejo para mi lugar de trabajo y esto me dio mucha más fuerza espiritual y he sentido que el Espiritu Santo está conmigo y miro a otra gente como Jesús lo hubiera hecho, con amor y sin prejuicios ni orgullo. En una palabra, me he sentido más humana y no un ser que quiere alcanzar el más alto grado de gloria y hasta tener el poder de crear otros mundos como se nos enseña en la iglesia mormona, la cual es para mí una escuela de buena conducta, disciplina y buenas obras donde lo programan a uno desde niño a recibir un premio, pero donde incluso se enseña la expiación y se ilustra más como la oración que hizo Jesús en el huerto sudando gotas de sangre y no tanto que él murió en la cruz y que ese fue el precio que pagó por nuestra salvación. Ahora ya llevo una crucecita de madera y una medalla de la Virgen lo cual me recuerda que estoy acompañada y que estoy llamada a honrar a Jesús y a nuestra Madre. Recientemente compré una camándula y empecé a rezar el rosario antes de dormir. Lo ofrezco por la conversión de los pecadores y la salud de los enfermos. Nunca antes había valorado esta forma de orar. Ahora me doy cuenta de que es la declaración de la pureza, obediencia y humildad de Maria y del plan de salvación condensado, lo cual es una confirmación que al repetirse, genera una energía positiva que dispersa a los espíritus malignos y fortalece para alejar las tentaciones.
Ahora entiendo por qué ha habido tantos misioneros católicos que han muerto por la causa de Cristo y sólo han enseñado su mensaje pero no han buscado ni la gloria ni las riquezas. Así me siento yo después de este proceso, sólo quiero ser un instrumento para Dios y su iglesia pues el materialismo que existe en este mundo me fastidia y me hace elevar mi espíritu a cosas más trascendentales. Espero que haya explicado lo suficiente para ilustrar al lector sobre mi proceso de reconversion a su iglesia a la cual han vituperado, atacado y hasta profanado otros que andan tras las riquezas, la fama y el poder.
Para finalizar me gustaría adjuntar algunas de las fuentes y recursos online que me ayudaron a dejar por completo el mormonismo y reconvertirme a la Iglesia Católica:
- La Biblia, el libro de Mormón, la historia de la iglesia (mormona), libro Principios del Evangelio, Enseñanzas de los presidentes de la iglesia, Enseñanzas de José Smith por Joseph F. Smith, El milagro del perdón por Spencer W Kimball.
- David Adam (very unique), EMNR.org, Ex Mormon foundation, Heart of The Matter, Keith Wall, JudeOnes3Four, Lee Walker (one of my favorites, he cites only LDS resources), Mormonhistorybuff, Mormon Stories, Sacred Groves (Beautiful presentation and content), TheImpossibleGospel.com, The Prophesy Club, etc.
-Recursos Católicos: EWTN, Cambio de Agujas, Fray Nelson, HM Televisión, Padre Luis Toro, Tierra Católica, Canales sobre la Renovación Carismática Católica.
Para más detalles de su testimonio os invito a ver estos videos de youtube: