Realmente no creo que Don Antonio María Rouco necesite defensa, y menos de un don nadie como el que escribe esto, pues sabe él defenderse perfectamente, pero no me resisto a denunciar el sinsentido de algunos que no le pueden ver y le acusan de todo lo que les viene a la cabeza. Y no sólo se quedan en acusarle usando al inevitable periódico El País sabiendo que sus directivos disfrutan metiéndose con dicho Prelado, sino que además le dan forma canónica a dichas insensateces, pudiendo imaginarse uno el resultado de tal sofrito jurídico que han enviado al Nuncio.

 

La cosa comienza con un artículo del citado periódico de fecha 4 del presente, en el que anuncia que una monja de clausura exclaustrada, de 84 años, María Victoria Gómez Morales, dedica las fuerzas que le quedan en promover, junto con otros, una denuncia canónica contra el Cardenal Rouco, “ante el Papa Benedicto XVI”, lo cual ya es una imprecisión canónica típica de El País, que además llama a la ex-religiosa “Sierva de Dios”, quizá queriendo canonizarla en vida o quizás anticipando una muerte que quiera el Señor que no llegue pronto, pobre mujer.

 

A partir de la noticia, el artículo se convierte en  un gazpacho de diversos ingredientes: La justificación de porqué la ex-reverenda colgó los hábitos, las acusaciones a Rouco, las acusaciones a  los que defienden a Rouco, la defensa de los que atacan a Rouco, las acusaciones a los que no piensan como el articulista cree que deberían  pensar, etc. Artículo penoso en el que por en medio meten a la web Infocatólica, en la que yo mismo colaboro desde hace meses, y cuyo único delito es ser cada vez más leída…

 

Se hace eco de dicha denuncia Jesús Bastante, de Religión Digital, el cual explica más sosegadamente los términos de la denuncia, evitando el gazpacho de El País, pero en la explicación que da aparece todavía más claro el poco sentido de la denuncia, en la que se mete también a García Gasco y a Fernando Sebastián, en un trío denunciado por actuar en comandita o con complicidad, imagino yo, pues si no habría que haber hecho tres demandas. Imagino que en las 400 páginas de la demanda se explicarán las razones, pero lo que aparece en Religión Digital no parece que tenga mucho “fumus iuris”, según mi modesta opinión canónica, sino más bien asemeja a una novela de conspiraciones que deja en mantillas al “Código da Vinci”.

La susodicha denuncia, que pretende ir acompañada  por muchas firmas para tener más fuerza (aunque si tuviera la razón le bastaría la fuerza de sus argumentos, no la cantidad de firmas),  habla de cosas siniestras, propias de un maquinador, en lo cual puede caer todo eclesiástico de alto rango, pero que como lo cuenta el citado artículo de religión Digital, no ocurría ni con los Borgia en sus mejores tiempos.

La denuncia mezcla temas variados, sin olvidar meterse en política, lo cual es significativo. Sin tener porqué entrar en lo que se afirma, creo que si los denunciantes hubieran pillado en su tiempo a San Pío X le hubiesen denunciado por haber condenado el modernismo y haber silenciado a algunos teólogos, y los mismo si Ratzinger hubiese sido español, pues promovió que se hiciera lo mismo con algunos teólogos de la liberación.

 

No soy de la diócesis del Cardenal Rouco, ni él me da de comer, ni le debo nada, pero creo que la verdad hay que decirla.  En la denuncia se acusa a Rouco de cosas que obviamente no dependen de él y que hacen otros, mezclándolo con cuestiones de línea pastoral y de gustos, y con decisiones que a mí, modestamente, me parecen muy acertadas y más dignas de loa que de denuncia. A algunos puede no gustarle su estilo pastoral, lo cual no es nada nuevo: Al primer obispo de la diócesis de Madrid lo mató un sacerdote que, además de estar desquiciado, claramente  no compartía ciertos puntos con su Prelado.

 

 En ningún punto de católica se escribe que los obispos deben actuar de  modo y manera que a todos los fieles les parezca bien lo que hacen, eso no ha pasado nunca en la historia de ni creo que pase, aunque ciertamente algunos Prelados son más aceptados que otros.

 

Sobre el estilo pastoral de los obispos (inclúyase arzobispos) se puede hablar mucho, pues para gustos se hicieron los colores, pero hay ciertas cosas que son básicas en todo Pastor, las cuales sin duda cumple muy bien el cardenal Rouco, el cual ha dado probadas muestras de su amor a , su cuidado por el bien de la diócesis, el seminario, las parroquias, por no hablar de su positiva labor como presidente de (pues decir lo contrario es llamar tontos a los que lo reeligieron).

 

Si todo lo que se presenta en la denuncia es como lo que explica Bastante, me parece que la denuncia tendrá un escaso éxito, por pura justicia y, si lo que se quiere es desacreditar al Cardenal de Madrid, me parece que pinchan en hueso, pues la gente de su diócesis le quiere y aprecia mucho su trabajo. Se podrían haber ahorrado el trabajo de los 400 folios… Siempre, como decimos los canonistas, salvo meliore iudicio.