Año del Señor 2022
15 de julio
 
Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día. 
 
FRENANDO EL DESASTRE
 
No es que lleve un hábito viejo. Como dice nuestra costurera, el problema es que “la pieza salió mala”. Efectivamente, esta tela, ¡se deshace con solo mirarla!
 
Todo el afán de sor Puri es que le avisemos en cuanto veamos el más pequeño agujero: resulta que, un hilo que se ha roto, hace que se tensen los hilos más cercanos, que pronto empiezan a romperse también. Y, lo que era una insignificancia, ¡se agranda a velocidades vertiginosas! 
 
Lo curioso es que… ¡esto nos pasa entre nosotros! Ciertamente, el ser humano está hecho para amar y ser amado. Amamos a los que nos aman de forma natural. El problema llega cuando ese equilibrio se rompe, cuando el amor no es correspondido. Lo natural entonces es que suceda como en los hilos de mi hábito: aumenta la tensión y termina por romperse. 
 
El drama es que el “agujero” no queda ahí. El mal ambiente y la tensión puede crecer hasta afectar a los hilos más cercanos… ¡o a buena parte del tejido! 
 
¿Cómo frenar el desastre? 
 
Con un buen remiendo. Y eso es lo que ha hecho Jesucristo. 
 
Jesús te ama. Espera ardientemente ser correspondido. Pero bien sabemos que no siempre sucede. Empezando por el primer papa, que le negó tres veces… ¿Con cuántas palabras y acciones hemos dado la espalda al amor de Cristo, hemos roto el hilo que nos unía a Él? 
 
Pero Cristo no se ha marchado. ¡Eso es lo maravilloso! Cuando el Amor estaba herido, en vez de apartarse, ha dado un paso al frente. Ha decidido amarte todavía más. Entregar la vida. Amarte sin esperar respuesta. No es un amor en reciprocidad como el nuestro. El de Cristo es un amor en gratuidad. 
 
Ese es el remiendo, un remiendo realizado con el más fuerte de los hilos. Y, por muy débil que sea la tela, te aseguro que, por donde se echa un remiendo, ¡no se vuelve a romper!
 
Hoy el reto del amor es disfrutar de tus remiendos. Te invito a que hoy des gracias al Señor… ¡¡porque sigue a tu lado!! Dale gracias porque nunca se ha asustado de tus hilos rotos, ¡sino que es ahí donde más te ha amado! Saborea el amor de Cristo, deja que llene tu corazón, ¡y compártelo! A lo largo de la jornada, ten un detalle de amor sin esperar nada a cambio: ¡”Amo porque amo, amo por amar”! ¡Feliz día! 
 
VIVE DE CRISTO
 
¡Feliz día!
 

©Producciones es El- Vive de Cristo (Dominicas Lerma)

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