El escritor y poeta polaco –de origen lituano– Czesław Miłosz (1911-2004), primo del también escritor Oscar Miłosz, recibió el Premio Nobel de Literatura en 1980.
Al final de una larga existencia escribió un poema titulado Madurez tardía. En él testimonia la llegada a su vida de una luz especial, tras muchas penas y congojas: "...se abrió la puerta en mí y entré en la claridad de la mañana". Ya no se siente separado de la gente, pues "el pesar y la piedad nos unieron". Reconoce el origen común de todos los seres humanos y también que si sufrimos y somos infelices es, en gran parte, "porque hacemos uso de menos de una centésima parte del don que habíamos recibido para nuestro largo viaje". Es consciente de que las cuentas no cuadran en esta vida, porque todos los instantes vividos, buenos y malos, aún "esperan su cumplimiento". Y evocando la parábola de los jornaleros se sabe, con toda la humanidad, "obrero en la viña" del Señor. Pues, aunque con frecuencia lo olvidamos, "todos somos hijos del Rey".
MADUREZ TARDÍA
"Tarde, ya en el umbral de mis noventa años
se abrió la puerta en mí y entré
en la claridad de la mañana.
Sentía cómo se alejaban de mí, como naves,
una tras otra, mis existencias anteriores con sus congojas.
Aparecían, otorgados a mi buril,
países, ciudades, jardines, bahías, para que los describiera
mejor que antaño.
No vivía separado de la gente, el pesar y la piedad
nos unieron y dije: olvidamos que todos somos
hijos del Rey.
Porque venimos de allí donde aún no hay
división entre el Sí y el No, no hay división entre el es,
el será y el ha sido.
Somos infelices porque hacemos uso de menos de
una centésima parte del don que habíamos recibido
para nuestro largo viaje.
Momentos de ayer y de hace siglos: un corte de espada,
un maquillaje de pestañas delante de un espejo de metal
bruñido, un disparo mortal de mosquete, una colisión
de una carabela con un arrecife, se mezclan en nosotros
y esperan su cumplimiento.
Siempre he sabido que seré obrero en la viña,
al igual que todos mis contemporáneos,
conscientes de ello, o inconscientes".
Czesław Miłosz
Juan Miguel Prim Goicoechea
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