Los días 28, 29 y 30 de mayo de 2020, publiqué esta serie de artículos sobre la querida y madrileña VIRGEN DE LA PALOMA.
La Virgen de la Paloma: perseguida, escondida y salvada (1) - ReL (religionenlibertad.com)
La Virgen de la Paloma: perseguida, escondida y salvada (2) - ReL (religionenlibertad.com)
La Virgen de la Paloma: perseguida, escondida y salvada (y 3) - ReL (religionenlibertad.com)
Lo digo muchas veces y, siempre que puedo, lo repito. Me encanta que me corrijan. Primero porque entonces es que leen aquello sobre lo que escribo, bien sea para estar en desacuerdo o en acuerdo. Y segundo para que resplandezca la verdad histórica en su mayor esplendor. Ahora, tres años y medio después, el párroco de La Paloma de Madrid, don Gabriel Benedicto se ha puesto en contacto conmigo para que podamos corregir el error que se ha difundido ampliamente hasta nuestros días. Contamos desde la parroquia con la investigación hecha por Susa Martínez Galán, Pedro Vázquez Gamboa y Rodrigo Bermejo Fernández.
Escuchemos a don Gabriel en esta grabación de hace dos años y medio:
En el minuto 3:13 del vídeo nos explica el párroco como dos años antes del estallido de la guerra civil se sustituyó el cuadro de la Paloma por una copia. Más tarde, durante la guerra estuvo guardada a salvo en el cabecero de una cama en los sótanos de una farmacia. Hasta aquí todo correcto.
En los artículos que publiqué en 2020 -y cuyos enlaces están indicados al principio de este artículo- partíamos de que al hablar de la copia se habla de un zapatero que la custodió:
No dude de la información, que me limité a transcribir, puesto que está información apareció publicada el 19 de agosto de 1939. ¿Por qué dudar?
Don Gabriel Benedicto explica en el 03:50 que el tal zapatero no lo fue de oficio, lo era de apellido, y que había sido ministro de Fomento en la República. Finalmente, el personaje es ANTONIO GÓMEZ ZAPATERO y fue Director General de Ferrocarriles, tranvías y transportes por carreteras. Y en sus manos fue custodiada la copia del cuadro de la Virgen que estuvo de 1934 a 1936 colgado en el templo de la Paloma.
Esto es lo que explican los que han investigado concienzudamente, desde la parroquia madrileña de Nuestra Señora de la Paloma, lo que sucedió con la copia de la Paloma.
En 1934 meses antes de estallar la Guerra Civil, grupos marxistas volvieron a quemar templos y conventos madrileños como en 1931. La parroquia de la patrona popular de Madrid, la de la Virgen de La Paloma, corría peligro. El día 14 de marzo al tener noticias el párroco, don Gregorio Álvarez, que ya habían quemado la parroquia de San Andrés, avisó al presidente de la Junta Parroquial, don Ramón Labiaga y al secretario Don Luis Cardenal, y junto con el sacristán, Marcelo González y su hijo Dionisio, bajaron el cuadro de la Virgen del altar mayor ayudándose con las sogas de las campanas.
Una vez separado del marco, (regalado en su día por la Duquesa de Fernán-Núñez), el lienzo original de la Virgen de La Paloma fue guardado en el domicilio de la familia Labiaga en la calle Toledo 62, donde permaneció durante dos años. Una vez estallada la Guerra, en 1936, don Ramón decidió meterlo dentro del cabecero de su cama de matrimonio mandándolo cerrar con unas tablas y trasladarlo a la farmacia de unos familiares en la Glorieta de San Bernardo, donde permaneció hasta 1939. (Más detalles y fechas en el documento escrito por el propio Sr. Labiaga “UN TROZO DE HISTORIA”, que se encuentra en el Archivo de la Parroquia, en la Carpeta: Curiosidades).
Pero volviendo a la copia del lienzo de la Virgen de La Paloma podemos decir que reproducía exactamente el original y la feligresía no notó el cambio tras ser colocada con el marco, en altar mayor. La pintura fue obra de un pintor devoto que la había donado en su día a la parroquia, y que estaba en el coro. Según algunos testimonios contrastados una vez asaltada la parroquia de La Paloma, en julio de 1936, y convertida en almacén de ganado y víveres para los milicianos, esta copia del lienzo de la Virgen, que había sustituido al original, fue entregada por D. Ramón Labiaga a don Antonio Gómez Zapatero casado con Doña Emilia Zapatero Huidobro. Algunas fuentes dicen que esta entrega se realizó en la Basílica de San Francisco el Grande, pero según Armando Puente pudo ser en la Iglesia de San Andrés.