LOS GOZOS DE NUESTRA SEÑORA DE TORRECIUDAD
[Nuestra Señora de Torreciudad en 1855, con estrofa de los gozos]
El prior del santuario de Torreciudad más importante del siglo XIX es don Narciso Muzás. Era natural de El Grado (Huesca) y llegó como prior en el año 1849, permaneciendo hasta su muerte en enero de 1879. De gran sentido práctico, acondicionó la ermita y el casón anejo, fomentó la cofradía y la devoción a la Virgen. En el año 1858, manda imprimir cien cartas de la Hermandad (Cofradía), que cuestan 22 rs. También se mandan imprimir estampas y gozos de Nuestra Señora, por valor de 110 rs. Nuevamente en 1860 y 1864 se imprimen nuevas estampas de la Virgen.
Han llegado hasta nosotros diferentes gozos que se cantaban a la Virgen, entre ellos los de mediados del siglo XIX: «Gozos a la prodigiosa imagen de Ntra. Sra. de Torre-Ciudad venerada en los términos del pueblo de Bolturina P.E.D. Diócesis de Barbastro en el reino de Aragón especial abogada contra el mal de Corazón y alferecía. G.A.E.»
Comienzan así:
«Pues que vuestra gran piedad
siempre atiende al desvalido,
consolad al afligido
Virgen de Torre-Ciudad.
Vuestra Imagen peregrina
que á ampararnos os empeña
se halló bajo de una peña,
no lejos de Bolturina.
la tradición nos inclina
a creer esta verdad;
Consolad al afligido, etc.
Desde los años de mil
ochenta y cuatro cavales
os mostrais á los mortales
cual prudente Abigail,
vuestro templo es el redil
donde hallan seguridad».
[Gozos de Nuestra Señora, de mediados del siglo XX]
Está clara la idea de piedad/misericordia de la Virgen, que atiende a los que acuden a Ella, desvalidos, afligidos. De manera especial todos aquella que sufren del mal del corazón y de la cabeza. Aquí se encuentran la mayoría de los que padecen enfermedades en la actualidad. Y otra cosa muy importante, la lucha contra la desesperanza, ante los muchos pecados cometidos.
«Por singular abogada,
os aclaman con razón
de males de corazón,
de epilepsia despiadada;
es vuestra efigie sagrada
fuente de felicidad».
La gente de la comarca se conocía de memoria los gozos de la Virgen de Torreciudad, que cantaban siempre que subían a la ermita de manera individual o colectiva. No faltaba nunca el rezo del santo rosario y el canto de los gozos.
[Fiesta de la Virgen, a comienzos del siglo XXI]
También desde 1975, en la fiesta de la Virgen –el domingo siguiente a la Asunción de Nuestra Señora-, después de celebrada la santa misa en el nuevo santuario, se baja a la ermita rezando el rosario, se entra y se cantan los gozos. Posteriormente tiene lugar el pesaje de niños en el exterior de la ermita, tradición recuperada desde el año 2001.