Desde hace años me hago eco de la Marcha por la Vida en Washington. Una movilización anual que ha persistido en los momentos malos y también en los buenos, y que ha alcanzado una enorme victoria con la sentencia que invalida Roe v. Wade.

Este año era un año para celebrar, para dar las gracias, para felicitarse… y para seguir la lucha en defensa de la vida de los más indefensos. Muchas cosas tendrán que cambiar en las tácticas del movimiento pro-vida en esta nueva etapa, pero esta movilización en la calle que recuerda, año tras año, que la muerte de tantos miles de inocentes no es algo superado, que nunca habrá consenso cuando el derecho a la vida está en juego.

Por cierto, en esta ocasión uno de los que se dirigió a los manifestantes fue Jonathan Roumie, el actor que interpreta a Jesús en la serie The Chosen.

"Dios es real y está completamente enamorado de todos y cada uno de vosotros", dijo Roumie a las decenas de miles de manifestantes que se congregaron en Washington. "Se ha hecho historia. La vida ha triunfado de una manera extraordinaria y la luz del mundo, que es Jesucristo, el autor de la vida, su luz ha ardido intensamente dentro de todos y cada uno de vosotros, impulsándoos hacia adelante por una razón u otra a permanecer juntos hoy para luchar por la causa más digna y noble posible, que es permitir a los no nacidos el derecho a entrar en el mundo, y derrotar a aquellas fuerzas terrenales que buscan destruir incluso la evidencia misma de ellos”.

Como cada año, comparto algunos de los carteles portados por los manifestantes y que más me han llamado la atención: