Personaje del año. Hombre que simboliza caridad. La revista Forbes dedica la portada de enero al Papa Francisco, a quien incluye en el top 5 de los líderes más admirados en todo el mundo, colocándolo sólo detrás de los ex presidentes de los Estados Unidos, Barack Obama y George W. Bush.
La foto de la portada muestra al Papa tapándose la boca, a punto de lanzar un beso al aire, con el título: “El bien para compartir”. El número de esta importante publicación está dedicado a la “economía del bien”, y los editores no pudieron encontrar un personaje más representativo.
“La cultura anglosajona hace de la filantropía y de la beneficencia una verdadera razón de vida. En Estados Unidos, las donaciones individuales suman unos 300 mil millones de dólares al año, cifra asombrosa que se da gracias a las políticas de deducción fiscal que pueden llegar hasta el 50 por ciento. En comparación, los italianos dedican a las donaciones mucho menos, pero aún así se ubican terceros en Europa después de los británicos y los alemanes”.
Forbes Internacional, en mayo del 2018, ya había incluido al Papa Francisco en una lista donde aparecen los 75 personas más poderosas e influyentes del mundo colocándolo en el sexto lugar.
La revista Fortune, en 2014, lo consideró como el líder más influyente del mundo.
Hace unos días el Papa publicó en su cuenta de Twitter: “La Iglesia crece en silencio, en la oración y con las buenas obras que dan su testimonio”.
El Papa también es consciente de la importancia de los nuevos medios de comunicación, los ve como herramientas necesarias para la nueva Evangelización y los utiliza para llegar a una mayor cantidad de personas.
Especial mención merecen sus palabras a nuestros hermanos cristianos perseguidos, instándonos a seguir adelante con el “ecumenismo de sangre”.
La revista Forbes reconoce en Francisco un testimonio de vida y no sólo su presencia en la lista top de líderes influyentes del mundo. Y por ello, le dedica la portada.
Juan Pablo II fue el testigo de esperanza que necesitaba la Iglesia. Benedicto, el timón firme en medio de olas altas y galernas internas. Francisco es ahora una sonrisa de Dios en la tierra.