Las minorías en las tierras del Islam
Los defensores y mercenarios ideológicos del Islam repiten hasta la saciedad que esta religión es tolerante, para lo que recurren a una mitificación de las épocas del Al-Andalus en la que cohabitaban judíos y cristianos en las tierras controladas por la Espada del Islam.
Estos mercenarios omiten que “la tolerancia” a las “otras religiones” se circunscribía únicamente a judíos y cristianos, condicionada necesariamente al pago anual de la jizya [1], y siempre y cuando los dhimmis [judíos y cristianos] fueran ciudadanos sometidos. También “olvidan” que el esplendor al que tan repetidamente se refieren como paradigma de magnificencia del Islam en la península ibérica se dio cuando se distanciaron del Islam puro y duro y se “desislamizaron” lo suficiente para romper con el Califato de Damasco.
Ahora que en Dar al Islam [2], el Hogar del Islam, se produce un retorno al Corán, a la Shari´a y al Islam, las fuerzas vivas del islamismo tratan a sus minorías con todo el rigor que el Islam y el Corán impone.
Las minorías en los países musulmanes no son sólo los judíos [en la mayoría de los países musulmanes los judíos fueron recientemente aniquilados, expulsados o huyeron] y los cristianos, sino también los musulmanes pertenecientes a corrientes minoritarias en dichos países.
El amor que los fieles más devotos y creyentes más fervientes del Islam muestran por sus correligionarios es proverbial. Como motón de muestra: el 28 de mayo musulmanes talibanes de Pakistán asesinaron a más de 80 conciudadanos musulmanes e hirieron a más de un centenar de la minoría ahmadi durante los servicios religiosos del viernes en sus mezquitas en Lahore, la segunda mayor ciudad de Pakistán.[3]
Según la policía local, más de 10 islamoterroristas atacaron a los musulmanes ahmadíes. Después de una intensa operación policial dos adolescentes fueron detenidos mientras que otros se suicidaron por Alá haciendo detonar explosivos.
El difunto presidente el general Zia-ul-Haq introdujo muchas leyes anti-Ahmadi en 1980, que hace que dos millones ahmadis lleven una vida más miserable.
Es una práctica común de los medios de comunicación populares pakistaníes (especialmente los periódicos y canales de TV en urdu) promover la agitación contra los ahmadíes. El año pasado Liaqat Amir, famoso presentador de televisión de un popular canal privado de televisión paquistaní, Geo, dijo durante su programa de televisión que ahmadíes eran infieles y era un deber eliminarlos.
A pesar de las protestas de las organizaciones cívicas, su programa sigue siendo difundido e instigando ataques contra las minorías religiosas, entre ella la cristiana. Según la Comisión Independiente de Derechos Humanos de Pakistán, al menos cinco miembros de la comunidad ahmadi fueron asesinados en los asesinatos selectivos en 2009, elevando a 100 el número de asesinatos desde la introducción de leyes anti-ahmadi por el gobierno de Zia-ul-Haq en 1984.
Después de este reciente ataque a la comunidad ahmadi, otras minorías religiosas, especialmente los cristianos del Punjab están preocupados por su seguridad.
Para los islamistas la autoinmolación de los islamikazes es la causa del mayor honor para la familia, y el paraíso de Alá para el shahid.
Autoinmolándose matando cristianos, judíos, y miembros de otras confesiones es el puente que permite el acceso directo del fiel devoto del Islam.
Esta “teología” no es más que una ideología nihilista y un culto a la muerte, un pensamiento totalitario que exalta la muerte.
El fiel a este concepto de divinidad cree en una deidad cruel y asesina que justifica el crimen contra el ser humano. La perversión humana es legitimizada por este credo y “teología de la muerte”.
NOTAS
[1] http://www.britannica.com/EBchecked/topic/304125/jizya
[2] http://es.wikipedia.org/wiki/Dar_al-Islam
[3] http://www.energypublisher.com/article.asp?id=33826