Ayer los Reyes de España estuvieron en Toledo. Estuvieron para inaugurar el HOSPITALITO DEL REY que reabre sus puertas como Centro Regional de Salud Mental.
El Hospitalito del Rey, remonta sus orígenes probablemente al siglo XIII, fundado y regido por la Hermandad del Corpus Christi y Nuestra Señora de la Paz, a la que se añadiría con posterioridad la advocación de San Ildefonso. Sin embargo, los primeros documentos que hacen referencia directa a este establecimiento son de la primera mitad del siglo XV. Parece que en 1410 el Hospital se situaba en unas casas junto al Ayuntamiento, y que en ese año se trasladaron a un local cercano en la calle de las Pescaderías, cerca de la Plaza Mayor.
En 1434 el arzobispo Juan Martínez de Contreras les cede un edificio contiguo. En este momento, el Hospital dependía exclusivamente de la Hermandad, sosteniéndose con limosnas y donaciones; su nombre derivaba de que los reyes de Castilla fueron hermanos de la Hermandad, y permitieron el uso del nombre y de las armas reales, aunque no ejercieron nunca el patronato del centro.
En 1592, con motivo de una remodelación de la Catedral, el Cabildo permutó a la Hermandad el edificio del Hospital por otras casas y solares cercanos, todo ello en el marco de una profunda remodelación urbanística de la zona. Las obras de construcción del nuevo edificio se prolongaron hasta 1603. Durante todo este período, la dirección efectiva del Hospital estaba a cargo del Hermano Mayor de la Hermandad, que generalmente era un canónigo de la Catedral, que debía rendir cuentas ante el Cabildo de la Hermandad.
Pero la gestión cotidiana se encomendaba a un Hermano Semanero, que como su nombre indica cambiaba cada semana. Las necesidades espirituales de los asilados estaban atendidas por los capellanes. La parte médico-asistencial quedaba bajo el mando de dos enfermeros, que contaban con el auxilio de un sacristán o ropero, varios enfermeros, cocinera, portero, un médico, un cirujano y un barbero-sangrador.
A primeros del siglo XVII figura en el escudo que se conserva en su fachada como Hospital de Decrépitos, Ciegos e Impedidos.
Esta institución que pervive hasta nuestros días siempre ha estado destinada a cumplir la misma función: la asistencia social, entendida de distintas maneras según las mentalidades de cada período histórico. En sus comienzos acoge enfermos, pobres, viajeros y ancianos, financiándose con fondos privados y entendiendo su servicio dentro de una concepción religiosa entorno a la pobreza; en el siglo XIX se incluye dentro de los establecimientos de la beneficencia que pasan a depender del Estado y continúa su vida activa en el siglo XXI, hasta 2005, como un centro de atención a las personas mayores gestionado por la Comunidad Autónoma. Desde hace unos meses, y desde ayer oficialmente, como Centro Regional de Salud Mental.
[Bajo estas líneas, foto del Archivo Histórico Provincial de Toledo. A la izquierda, la entrada principal del Hospital del Rey. De frente, la Puerta del Reloj de la Catedral Primada de Toledo].
DOS CAPELLANES MÁRTIRES, PROTECTORES DESDE EL CIELO
Enseguida, cuando escuche que por fin, después de 18 años de permanecer cerrado, se volvía a abrir el Hospitalito del Rey para lo que fue siempre -que ahora llamamos asistencia socio-sanitaria- atender a los más vulnerables, pensé ¡y cómo no!, si no han dejado de contar con dos santos protectores que trabajaron por los huérfanos, los pobres y los enfermos incurables como capellanes.
El beato Joaquín de la Madrid, primero, y luego el siervo de Dios Serapio García Toledano, fueron ambos capellanes del Hospital de Incurables, que era como se llamaba en la primera mitad del siglo XX, aunque siempre conocido por Hospital u Hospitalito del Rey. Los dos fueron asesinados en la persecución religiosa en la ciudad Imperial, que en 61 días asesinó a 108 mártires: canónigos, párrocos, coadjutores, capellanes, carmelitas, jesuitas, maristas y un franciscano.
BEATO JOAQUÍN DE LA MADRID ARESPACOCHAGA
Beato Joaquín de la Madrid - ReL (religionenlibertad.com)
SIERVO DE DIOS SERAPIO GARCÍA-TOLEDANO
García Toledano, Serapio (464martires.es)
Y, qué providencia. En dos días celebramos el Día Internacional de las Personas con Discapacidad. No los dejemos solos.