Así lo explicaba a sus lectores La Tribuna de Ciudad Real el pasado 3de junio:
«La Provincia Dominicana de Hispania trasladó este jueves los restos de los mártires dominicos enterrados en la iglesia del convento de Nuestra Señora de la Asunción de Calatrava de Almagro hasta el convento de Santo Tomás de Aquino de Sevilla, donde se ubicarán en un altar para su veneración, tras ser beatificados el próximo 18 de junio.
Según fuentes de los dominicos consultadas por La Tribuna, el proceso de exhumación de los restos de los mártires se realizó sin dificultades y en apenas dos horas, de 10.30 a 12.30 horas, en presencia de un notario de la diócesis de Ciudad Real y varios testigos. Junto a los dominicos enterrados en el convento almagreño había también un religioso franciscano, pero "su urna estaba separada y bien identificada" [se trata del siervo de Dios Felipe Perea, toledano de Villanueva de Alcardete, bajo estas líneas con el vicepostulador padre Marcos Rincón, OFM]. Después de una oración, las urnas con los restos de cada uno de los mártires, identificadas con sus nombres y lacradas, partieron hacia Sevilla.
El 18 de junio, a las once de la mañana, la Catedral de Sevilla acogerá la beatificación de 27 mártires dominicos, entre los que se encuentran los 20 que habitaban el convento de la Asunción de Calatrava de Almagro cuando se produjo el estallido de la Guerra Civil. La celebración estará presidida por el cardenal Marcello Semeraro, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos.
Según narra fray Vicente Díaz Rodríguez en el libro El convento de Nuestra Señora del Rosario de Almagro y los priores de la restauración, la mayoría de los frailes dominicos del convento almagreño fueron fusilados en el camino de Daimiel, en un descampado al otro lado de la vía del tren. Otros pudieron salir de la casa prisión de la calle Feria «al amparo de un supuesto salvoconducto», pero poco después también serían asesinados en Alcázar de San Juan, Miguelturra y Manzanares.
En Almagro murieron los padres Ángel Marina Álvarez, Manuel Fernández, Natalio Camazón Junquera, Antonio Trancho Andrés, Luis Suárez Velasco, Eduardo Sainz Lantarón y Pedro López Delgado; los religiosos estudiantes Francisco Santos Cadierno y Sebastián Sáinz López; y los hermanos cooperadores Arsenio de la Viuda Solla, Ovidio Bravo Porras, Dionisio Pérez García y Fernando García de Dios.
En Alcázar de San Juan fue asesinado Antolín Martínez-Santos Ysern, novicio para clérigo natural de Campo de Criptana, mientras que a los estudiantes Paulino Reoyo García, Santiago Aparicio López y Ricardo Manuel López y López les arrebataron la vida en Manzanares. El último mártir, el sacerdote José Garrido Francés, murió en Miguelturra. [fotograma de la película Bajo un manto de estrellas en la estación de tren de Miguelturra].