Queridos hermanos
Estamos en el Domingo V de día de Cuaresma. La primera Palabra que nos da la Iglesia es del profeta Ezequiel en donde Dios hace una profecía: sacar al hombre y al pueblo de Israel de la muerte. El Salmo 129 dice: Del Señor viene la misericordia. Y ¿cómo se muestra esta misericordia? ¿qué tenemos que hacer para tener esta misericordia? Tenemos que abrir el oído. Escuchando al Señor en la Palabra y celebrándola en la Eucaristía recibimos este poder, se borran completamente nuestros delitos y experimentamos el perdón y el rescate frente a nuestros demonios.
El Evangelio de San Juan nos presenta la curación de Lázaro. ¿Por qué el Señor permitió la muerte de Lázaro? Para mostrar que tiene poder sobre la muerte. Esto es una gran novedad que irrumpe y supera todas las barreras que tenemos: de guerras, de problemas de convivencia en familias, de resentimiento, odio, etc. La resurrección de Lázaro es el signo del dominio total de la muerte física. Por eso es importante lo que nos dice el Señor: ¿tú crees que yo soy la resurrección y la vida? Es decir, ¿crees tu que yo tengo poder para hacerte feliz y caminar por encima de la muerte y todo lo que te hace sufrir? ¿Crees tú que yo tengo poder para darte la Vida Eterna? Toda la tecnología está empeñada en alargar los años del hombre, sin embargo la Vida Eterna se encuentra en un solo sitio: La Eucaristía, que nos invita a vivir realmente esta transformación, que nos da la comunión con el otro. Esta es la verdadera vida, la vida en abundancia es estar en comunión con Dios y esto se transmite en la convivencia con el otro, así entramos realmente en la abundancia de la vida, y nos convertimos en portadores de la vida también para los demás. Por eso el Señor nos espera, y no solo nos espera, sino que está presente y nos da su Espíritu. Dice el Señor: “Quitad la losa”. Este es el poder que tiene la Iglesia: Quitar la losa para que podamos escuchar lo que nos dice el Señor. Hoy Jesucristo nos dice: sal fuera, sal de tu muerte y este Lázaro, este muerto que todos llevamos dentro y que está envuelto entre vendas, esta mortajado y no puede andar, por el poder que tiene la Iglesia puede andar.
Bien, hermanos, el Señor nos llama a la vida, a caminar y a buscar la Vida Eterna. Esta Palabra nos invita a todos a caminar hacia la Pascua, hacia la Vigilia Pascual, que tiene el poder de sacarnos de Egipto, de la esclavitud, y entrar en la tierra prometida. Dejémonos transformar por el Espíritu profético que tiene la Palabra de Dios y experimentemos la Vida Eterna. Hermanos, confiemos en la Pascua, el Señor está resucitado y tiene poder sobre nosotros.
Que el Señor nos conceda prepararnos a todos para esta Vigilia Pascual.
+ Con mi bendición a todos vosotros.
Mons. José Luis del Palacio
Obispo E. del Callao.