Cuando los soviéticos tenían secuestrada a media Europa, los seguidores de Stalin decían que el paraíso comunista era el modelo al que se tenía que encaminar el continente y el resto del mundo.
El muro de Berlín fue levantado para frenar la huída de los ciudadanos sometidos a la bota bolchevique. El flujo migratorio, clandestino, aun siendo perseguido y con riesgo de morir en el intento, era del “paraíso” comunista al mundo libre. Lo inverso era insignificante e irrelevante.
El flujo migratorio es del mundo del Islam al mundo libre. El proceso inverso es insignificante e irrelevante.
En Irán no hay libertad para que los miembros de las minorías judía o cristiana puedan abandonar el país. Muy difícilmente se autoriza a salir a judíos o cristianos, reteniendo al resto de la familia, como se realizaba en la antigua Unión Soviética
¿Cuántos ciudadanos árabes-israelíes “huyen” de las ciudades israelíes a las tierras ocupadas por sus hermanos árabe-palestinos de Gaza, Samaria y Judea? ¿Cuántos islamistas que viven en Occidente anhelan vivir en Irán o Arabia Saudita? ¿Cuántos conversos musulmanes españoles o europeos emigran a esos países, paraísos verdes del Islam, sin mácula de contaminación por infieles?
¿Dónde viven los filoislamistas izquierdistas europeos que tanto se solidarizan con los yihadistas? Allí podrían disfrutar de la aplicación de la Shari´a.
La cruda realidad es que un número creciente de funcionarios iraníes están filtrando información importante sobre el programa nuclear de Teherán a Occidente, según funcionarios estadounidenses citados por el Washington Post. [1]
Científicos y personas con acceso a los programas militares de Irán pasan información sobre la carrera armamentística nuclear del régimen, motivados por su antipatía hacia el gobierno y la brutal represión del movimiento de oposición por Mahmmud Ahmadineyad y Ali Jameni después de las disputadas elecciones presidenciales del 12 de junio del 2010.
Entre los tecnócratas de alto nivel en el programa nuclear y otros ámbitos la moral es muy baja, según informa el Washington Post.
Desde junio del año pasado ha habido una ola de deserciones en Irán por parte de funcionarios diplomáticos y militares, algunos de los cuales no se han hecho públicos.
NOTAS
[1] http://www.aurora-israel.co.il/articulos/israel/Titular/28812/