Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS!!
Estamos de fiestas en Lerma, y el día central es hoy, pues se celebra la Natividad de la Virgen María. ¡Sí, litúrgicamente, hoy es el cumpleaños de nuestra Madre, María!
Por causa de la pandemia, muchas de las actividades de las fiestas han sido pospuestas para salvaguardar las medidas, pero lo más importante sí se va a dar: la ofrenda floral y la Eucaristía. Y como nuestro monasterio también forma parte de Lerma, pues los últimos tres días hemos estado recibiendo flores de personas del pueblo, así que… ¡también aquí hemos tenido ofrendas florales!
Después, en la oración, tenía las flores justo delante, así que me hizo darme cuenta del regalo tan bonito que es una ofrenda floral. Sí, la verdad es que regalar a tu madre unas flores por su cumpleaños es algo muy típico. Pero es que en realidad suele ser muy acertado.
Una flor gusta mucho, y además en el tipo de ramo o centro, ya se ve mucho del cariño que se pone en ello. Y luego, ella ya se ocupa de cuidarlas, de refrescarlas, de ponerlas en agua…
Pues hoy es el cumpleaños de la Virgen y también yo quiero regalarle un ramo de flores.
Siempre he oído decir que el rosario es una corona de rosas que le regalamos a María. Pero la verdad es que al rezarlo nunca he sido muy consciente de ello. Así que hoy cogeré el rosario entre mis manos e iré desgranando las cuentas entregándole a María cada una de las rosas de mi vida: las más frescas, lo más reciente, las personas que me vengan al corazón, los acontecimientos de todo tipo… pues estoy segura de que le encantará recibir este ramo peculiar, y con su Amor de Madre lo recogerá y sabrá cuidar de cada una de ellas.
Hoy el reto del amor es felicitar a la Virgen María y regalarle tus flores. Entrégale una a una, no mires mucho si están buenas, pues en los misterios y en la vida de su Hijo hay de todo tipo: luminosos, dolorosos, gloriosos… A Ella, como a toda madre, lo que más ilusión le hace es el cariño y la confianza que depositas en Sus Manos.
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
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