Aristóteles sigue de moda
Edith Hall es una profesora británica experta en la Grecia antigua que ha publicado un interesante libro en el que nos presenta el pensamiento aristotélico como una excelente guía -también hoy- para orientar la propia vida y formarse criterio razonable sobre los grandes temas de nuestra época y de siempre. El libro se titula La senda de Aristóteles (Ed. Anagrama, 2022, 306 págs.)
En la introducción, Hall describe el propósito de su obra con las siguientes palabras: “En este libro aspiro a presentar la ética de Aristóteles, consagrada por la tradición, en un lenguaje contemporáneo y aplicar sus lecciones a los desafíos prácticos de la vida real. (…) Da igual el momento de la vida en que nos encontremos; las ideas de Aristóteles pueden hacernos más felices” (pág. 13). Esta apuesta de la autora por proponer al maestro griego como guía para la vida de una persona del siglo XXI nace del profundo conocimiento que Hall tiene de la obra aristotélica, pero también de su experiencia vital como nos cuenta al comienzo del libro: tras perder la fe religiosa en su adolescencia Hall confiesa: “seguía deseando ser una buna persona, llevar una vida constructiva y hacer de este planeta un lugar mejor del que había encontrado al llegar” . Con ese objetivo experimentó con la astrología, el budismo, las drogas, el espiritismo, etc; pero no halló por esas vías lo que buscaba … hasta que encontró la obra del griego: “Cuando, siendo estudiante universitaria, descubrí a Aristóteles, encontré la respuesta” (págs. 34/35).
En Aristóteles la autora encontró “un sistema moral viable, interesante y fundamentalmente optimista”; y por ello propone acercarse al filósofo griego pues “el enfoque práctico con que Aristóteles aborda la filosofía puede cambiar nuestra vida para mejor”.
En los diez capítulos del libro Hall se refiere a las cuestiones que todos nos planteamos (cómo ser felices, conocernos mejor, identificar nuestras potencialidades, comunicarnos con los demás, gestionar nuestros amores, ayudar a construir una sociedad mejor, usar el tiempo libre o afrontar la muerte) apoyándose en la obra de Aristóteles que, como filósofo de lo práctico, sigue dando pistas siempre válidas para aclararnos sobre nosotros mismos y sobre el esfuerzo personal para hacerse una buena persona.
La autora entrevera sus reflexiones sobre los textos de Aristóteles con un estilo muy aristotélico: nada de construcciones abstractas en las nubes, sino reflexión práctica y experiencial sobre la vida. Por eso, Hall se apoya continuamente -aparte de en los textos del genial griego- en la biografía del filósofo y en la propia vida de la autora, que van apareciendo de forma integrada con la reflexión teórica a lo largo del libro. Por poner un ejemplo, el lector puede encontrar un detallado análisis de los errores que se suelen cometer al presentar un curriculum y cómo hacerlo bien según los criterios de Aristóteles. Así de práctico es el libro, como lo es obra de Aristóteles en materia de ética.
No estoy de acuerdo con todas las opiniones que sostiene la autora al reflexionar sobre la vida de la mano de Aristóteles (por ejemplo, respecto al aborto), como no estoy de acuerdo con Aristóteles en algunas de sus opiniones (por ejemplo, sobre la esclavitud o la inferioridad de la mujer); pero da gusto leer a gente que piensa y razona y pensar y razonar con ellos aún en las discrepancias.
Comparto la opinión de Edith Hall sobre la actualidad de Aristóteles. Por ello he escrito no hace mucho un pequeño trabajo sobre la ética de este autor. Adjunto enlace a aquel texto en que hablo de la ética de Aristóteles y su valor perenne:
https://www.nuevarevista.net/los-fundamentos-de-la-etica-aristoteles/
Benigno Blanco