Después de haber alzado al entonces poco conocido senador Obama a la Presidencia de los Estados Unidos, por medio de una universal campaña a su favor, la prensa internacional, a menudo llamada “el cuarto poder”, emprendió una campaña para demoler el prestigio del Papa. Así, la tan pregonada objetividad de la prensa va quedando a los ojos del público muy comprometida.
En lo que va de este año, el levantamiento de la excomunión a los obispos lefebvristas; el nombramiento del obispo auxiliar de Linz, Austria, y la controversia sobre la excomunión pronunciada por un Arzobispo brasileño contra los responsables del aborto de una niña en Pernambuco, dieron lugar a campañas internacionales de la prensa, atacando a la Iglesia y a la autoridad del Papa. No cabe duda que esas campañas habrían tenido una repercusión mucho menor, si no hubiesen contado con el apoyo de numerosos eclesiásticos progresistas que se plegaron a ellas.
La más reciente de esas campañas se está realizando bajo el pretexto de las declaraciones que el Sumo Pontífice hizo en su viaje a África sobre el uso de los preservativos.
“Yo diría que no se puede vencer este problema del Sida únicamente con slogans publicitarios. Si no hay alma, si los africanos no se ayudan, no se puede resolver esta epidemia distribuyendo preservativos: al contrario, esto puede aumentar el problema. Se puede encontrar la solución en un doble compromiso: el primero, una humanización de la sexualidad, es decir, una renovación espiritual y humana que implique una nueva manera de comportarse de uno en relación al otro, y el segundo, una verdadera amistad, sobre todo hacia aquellos que sufren, la disponibilidad a estar con los enfermos, al precio de sacrificios y de renuncias personales. Son éstos los factores que ayudan y que traen progresos visibles“.
Este cuidadoso e inobjetable comentario, hecho por el Papa en una conversación con periodistas durante el vuelo a África, desató una verdadera tempestad en los medios de comunicación, agravada por declaraciones irreverentes de numerosas autoridades políticas.
“La declaración del Papa Benedicto XVI de que la distribución de preservativos puede agravar la epidemia del Sida, generó críticas de líderes europeos, duros editoriales en periódicos influyentes como Le Monde y The New York Times, además de la indignación entre organizaciones que combaten la enfermedad” (Folha de S. Paulo, 19 de marzo de 2009).
“El ex Primer Ministro francés Alain Juppé criticó las declaraciones de Benedicto XVI, haciendo referencia a otras posiciones controvertidas del Pontífice: ‘Este Papa comienza a ser un verdadero problema, dado que ele vive en una situación de total autismo”“. (O Globo, 19 de marzo de 2009).
Por su parte, Le Monde, destaca el siguiente título: “El Papa puesto en el Indice después de sus declaraciones sobre el preservativo” (18 de marzo de 2009).
Este último periódico no dudó en recurrir a la blasfemia, publicando en su primera página una caricatura representando a Nuestro Señor y la “multiplicación de los preservativos“.
Por su parte, el diario Le Fígaro (18 de marzo de 2009), así titula un artículo de opinión: “Sida: las declaraciones del Papa crean indignación en Francia“.
El Secretario de Estado francés encargado de los derechos del hombre, Rama Yade, se declara “horrorizada” por las declaraciones “regresivas” del Papa.
En entrevista de radio, la Ministra de Salud de Francia, Roselyne Bachelot, afirmó que el Papa “profirió una monstruosa inverdad científica“, que perjudica a las mujeres africanas.
Estos son sólo algunos ejemplos de los ataques contra el Papa.
El Presidente de Uganda ha declarado en muchas ocasiones que la campaña realizada por su gobierno en favor de la fidelidad y de la abstención hasta el matrimonio, ha conseguido disminuir el porcentaje del Sida en su país de un 30% a un 5%. [1]
Por otra parte, los Obispos africanos han apoyado las palabras del Papa. El arzobispo de Dakar, Mons. Théodore-Adrien Sarr, afirmó: “pido a los occidentales que no nos impongan su única y sola manera de ver. En países como los nuestros, la abstinencia y la fidelidad son valores que son aún vividos. Con su promoción, contribuimos a la prevención contra el Sida“.
En el mismo sentido, Mons. Simón Ntamwana, arzobispo de Gitega, en Burundi, denunció “el desvío de pensamiento” de Occidente y su “hedonismo sexual, transformado en un camino inevitable”. “No es el preservativo -sostuvo- que va a disminuir el número de infecciones del Sida, sino ciertamente una disciplina que cada uno debe imponerse para cambiar de actitud, una actitud que va a ayudarlo a escaparse de un hedonismo incontrolable“.
El arzobispo de Kinshasa, Mons. Laurent Monsengwo, explicó que el preservativo “agrava el problema porque da una falsa seguridad”.
A pesar de todas estas odiosas campañas, el diario O Estado de São Paulo publicó una encuesta en la que el 70% de los brasileños apoya las declaraciones del Papa. En suma, los ataques al Pontífice son mucho más una obra de la prensa y del establishment político que una posición de los fieles católicos, que no se han dejado confundir por la presión publicitaria.
No cabe duda que hay una campaña muy orquestada contra la Iglesia. Saben que golpeando la cabeza hacen daño a todo el cuerpo. El demonio está haciendo de las suyas porque le estamos facilitando el trabajo entre todos. Se está haciendo realidad la historia que cuentan dos libros que merece la pena leerse: “El señor del mundo” y “El Padre Elías. Un Apocalipsis”. Como dice Juan Manuel de Prada, hay que leer más el último Libro de la Biblia. ¿Es posible que sean realidad los mensajes que nos llegan de la Divina Providencia, de Medjugorje, etc. Sobre los últimos tiempos. No hay que ser alarmistas, pero estamos en tiempo recios, como diría Santa Teresa de Jesús.
Juan García Inza
[1] Ver: http://www.accionfamilia.org/temas-polemicos/anticoncepcion/uganda-vence-sida/ y también http://www.accionfamilia.org/temas-polemicos/anticoncepcion/engano-sexo-seguro/